Científicos de Caltech han desarrollado un robot volador que imita el movimiento de los murciélagos, a pesar de la compleja biología de estos animales.
Los murciélagos tienen una compleja estructura ósea: utilizan más de 40 articulaciones activas y pasivas para volar, además de las membranas flexibles de las alas. Por si fuera poco, son capaces de deformar sus huesos durante el vuelo, por lo que se considera que su mecanismo de vuelo es de los más sofisticados del reino animal. Estas características son las que han animado a un grupo de ingenieros de Caltech para desarrollar un robot volador murciélago.
El 'Bat Bot', a pesar de su nombre previsible, ha conseguido lo que pretendían Soon-Jo Chung y su equipo: imitar en un robot el vuelo del murciélago. Con un peso similar al de dos pelotas de golf, está construido en fibra de carbono recubierta con una membrana de silicona que imita la propia de estos animales, e incluye cinco pequeños motores, además de toda una serie de sensores. Gracias a todos estos elementos, el Bat Bot puede volar... o más bien planear, porque todavía no es capaz de despegar, sino que aletea tras ser lanzado y se mantiene en el aire durante algunos segundos. Que no es poco.
El reto ha sido adaptar la biología de los murciélagos para hacerla viable en una máquina. "Es imposible y nada práctico incorporar todas las articulaciones en el diseño del robot", explica Chung. De hacerlo, el aparato sería tan pesado que difícilmente se elevaría. Por eso, el equipo de Chung estudió al milímetro la estructura de los murciélagos y su mecanismo de vuelo para analizar qué articulaciones de las 40 involucradas en el proceso podían ser prescindibles en su aparato. Al final se quedaron con nueve, las que incorpora el Bat Bot.
El equipo, que ha presentado este robot en la revista Science Robotics, cree que el Bat Bot podría servir para sobrevolar lugares en construcción y tomar fotografías para detectar defectos estructurales: sería un sustituto de los drones en lugares en los que haya personas, de manera que en caso de accidente los daños fueran menores, dada la reducida envergadura de este invento. Sin embargo, la versión actual deberá evolucionar para poder despegar con normalidad. También tendrá que ser capaz de mantenerse en el aire durante más tiempo. Pero a Chung y su equipo no les asustan estos retos. De hacerlo, nunca habrían desarrollado un murciélago robot (o más bien al revés).