Por ahora es un proyecto, pero va en serio: Phillippe Starck, famoso por sus innovaciones, se ha asociado con el diseñador industrial Jerome Olivet para hacer realidad 'Alo', considerado el móvil del futuro. Lo es por una sencilla razón: es completamente diferente al concepto de móvil que tenemos ahora.
Para empezar, 'Alo' no tiene la clásica forma rectangular, sino que se trata de un dispositivo ovalado y con forma de media luna pensado para encajar perfectamente en la mano del usuario. Tampoco tiene pantalla, lo que rompe por completo el modelo de smartphone actual: 'Alo' se controla por voz y está dotado de un sistema de Inteligencia Artificial que aprende de su propia experiencia, por lo que cada vez comprenderá mejor al usuario y podrá prestar mejores servicios.
Pero 'Alo', como todo smartphone, tiene cámara de fotos. Funcionará "como un ojo", han explicado sus diseñadores. Hasta saber en qué consiste exactamente, lo único que se puede añadir es que para ver imágenes, y dado que no tiene pantalla, permitirá proyectar hologramas en superficies blancas. Gracias a esta opción también se podrán ver películas, por ejemplo.
Otro apartado en el que destaca es el de los materiales: aunque su diseño es de aluminio, estará recubierto de una resina especial que hará de este móvil un aparato flexible y capaz de autorrepararse.
La compañía francesa Thompson ya ha anunciado que se hará cargo de la fabricación y comercialización de este móvil, cuyo prototipo podría estar listo este mismo año. "Es el iPhone de un post iPhone", ha bromeado Starck. Pero esto no es ninguna broma, sino el principio del fin de la pantalla y del teclado, como ha demostrado Amazon con su Echo.