En Microsoft estaban acostumbrados a reinar en los ordenadores, pero la llegada del smartphone dejó descolocada a la empresa que convirtió en el hombre más rico del mundo a Bill Gates: los móviles inteligentes fueron inventados por Apple y, como era evidente, dentro no llevaban Windows, sino iOS (la adaptación del sistema operativo de la compañía de Steve Jobs). Y a pesar de lanzar Windows Mobile, Google, que ni siquiera se dedicaba a esas cosas, consiguió convertirse en la única alternativa viable a iOS gracias a Android, que ha seguido creciendo hasta alzarse prácticamente como un nuevo lenguaje de programación, más allá de un sistema operativo para móviles. Todo esto dejó a Windows en un tercer lugar (como mucho) que no convencía a muchos usuarios.
En paralelo, Apple lanzaba el iPad, una nueva (y mayor) amenaza para el reinado de Microsoft: las tabletas estaban llamadas a sustituir al ordenador. De nuevo, iOS y Android se repartieron el mercado, arrinconando a Windows en ordenadores, portátiles y nuevos intentos por sobrevivir en los móviles. Fue entonces cuando Microsoft cambió de estrategia: lanzó nuevas versiones de Windows en las que las sinergias entre el ordenador y las tabletas o móviles eran más que evidentes, traicionando la propia identidad de su producto y creando un producto más complejo que antaño. Pero iOS y Android seguían a lo suyo.
En 2012, Microsoft lanzó 'Surface', el primer dispositivo que era al mismo tiempo tableta y ordenador portátil. Su elevado precio lo convirtió en un objeto casi de lujo, pero la paciencia se ha convertido en revancha: la industria ya camina hacia un modelo con dos dispositivos, donde uno es y será el smartphone. No hay sitio para ordenador y tableta, así que estos dos aparatos deberán fusionarse en uno. Y Surface demostró que Windows sería la respuesta: ahora hay muchos fabricantes creando convertibles... que llevan Windows como sistema operativo. Ni iOS ni Android, asociados a móviles y tabletas, pero no a ordenadores. Se abre así una nueva etapa dorada para Microsoft, aunque tanto Apple (con mucha experiencia en portátiles) como Android (Google hizo sus pinitos en los ordenadores con los Chromebook que lanzó al mercado hace algunos años) no van a ceder en un negocio que está comenzando y que marcará el futuro de la industria tecnológica de los dispositivos, y se prevé que lancen en breve Mac OS X y Chrome, respectivamente, para competir en este mercado.
No obstante, según estimaciones de IDC el mercado de convertibles crecerá un 73%, y Microsoft se llevará la mitad. Para 2020 el crecimiento será del 15% anual, con Windows manteniendo su cuota de mercado en todo momento. "Creemos que Windows será siendo la elección lógica para los productos convertibles", afirma Ryan Reith, de IDC. Es la (nueva) hora de Windows.