El periódico británico ha anunciado a sus trabajadores que lleva registradas pérdidas de 60 millones de libras y espera otros 30 millones en abril. El diario está tratando de reducir sus costes mediante el despido de personal, y también baraja medias más drásticas como convertirse en tabloide o externalizar la impresión. La dirección del periódico ha querido tranquilizar a sus empleados confiando en que cambiará esta tendencia durante los dos próximos años.