Que la tecnología ayuda a cualquier sector es una realidad indiscutible, especialmente en aquellos campos en los que ha modificado por completo los procesos tradicionales. El marketing es uno de ellos: los usuarios ya son completamente digitales, por lo que las reglas del juego han cambiado.
En concreto, el marketing digital podría beneficiarse de la combinación del Business Intelligence y el Big Data, capaces de llegar hasta donde las herramientas tradicionales de medición no pueden. Estas tecnologías, basadas en algoritmos matemáticos, permiten calcular en tiempo real el efecto de cada información transmitida en una campaña publicitaria, especialmente aquellas que provienen de Internet, redes sociales, correo electrónico o motores de búsqueda.
“El Business Intelligence y Big Data combina con el marketing digital proporcionan una mejor experiencia de usuario y permiten personalizar los contenidos, lo que genera una mayor calidad y relevancia de los mensajes para el público objetivo, que se traduce en campañas que alcanzan, e incluso superan los objetivos propuestos”, explica Eva Expeleta, de Vector ITC Group.
Gracias a los datos que proporciona esta combinación, las empresas pueden lanzar los mensajes oportunos en cada momento y a los usuarios objetivo de la campaña, ahorrando tiempo y dinero y ofreciendo mensajes relevantes a los consumidores, lo que podría beneficiar a los medios de comunicación: si los visitantes a una web reciben anuncios relevantes, tal vez decidan no instalar bloqueadores de publicidad.
Estas tecnologías, por otra parte, se han popularizado hasta el extremo de ser asequibles para casi cualquier empresa. “Hace apenas unos años, tan sólo las grandes multinacionales podían beneficiarse de estas herramientas, pero hoy en día muchas empresas especializadas deciden dar el paso adelante y contratar a expertos en esta materia”, afirma Ezpeleta.
La combinación de Business Intelligence y Big Data permite llegar a donde nunca antes se había podido: mientras que la primera técnica analiza datos consolidados, el Big Data examina datos no estructurados, de manera que no se desperdicia ningún dato que genere la actividad de la empresa o sus clientes y usuarios. “Se puede predecir el comportamiento futuro de los clientes gracias al rastro que dejamos a diario en Internet”, explica Ezpeleta. “Se conjugan datos financieros, de ventas, de productos, de redes sociales o demográficos y los expertos los cruzan mediante algoritmos para establecer patrones de conducta”.
Los beneficios son evidentes: desde conocer mejor a los clientes, hasta predecir los movimientos de la competencia, de otros productos o incluso detectar nuevos mercados. Pero para llegar a ese grado de conocimiento primero hay que implementar una serie de actividades en la empresa. Desde Vector ITC Group recomiendan empezar por la medición de las conversaciones en redes sociales y por el establecimiento de mecanismos de recolección de datos en función de unos objetivos claramente marcados. También aconsejan determinar qué mensaje es el adecuado para cada cliente y, por último, adaptarlos a cada dispositivo. Todo ello con el objetivo de optimizar los mensajes y aprovechar las posibilidades que brinda la tecnología al marketing.