En general, Clinton está a favor de potenciar las nuevas tecnologías, especialmente en estudios e investigación. Para ello, propone mejorar el acceso a las ‘STEM’ (Science, Technology, Engineering, Mathematics), las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Su plan se basa en el uso de fondos federales para impulsar cursos de programación y mejorar la financiación de start-ups, así como perdonar hasta 17.500 dólares en préstamos a quienes creen negocios innovadores que ayuden a las capas más desfavorecidas de la sociedad.
Durante la segunda legislatura de Barack Obama se ha impulsado la protección efectiva de la Neutralidad de la Red, algo que Hillary Clinton piensa mantener, aunque propone ir más lejos y crear un nuevo marco legislativo que regule el sector según la dimensión que ha tomado Internet en nuestras vidas.
La ciberseguridad es un asunto que preocupa especialmente al país, envuelto en una ciberguerra no oficial con varias naciones, como Rusia o China. De este último país ha dicho que están “robando secretos comerciales, proyectos de contratistas de Defensa, robando gran cantidad de información del Gobierno… todo buscando una ventaja” porque “saben que están en una competición y van a hacer todo lo que puedan por ganar”.
Las compañías tecnológicas han hecho de la privacidad de sus usuarios un derecho irrenunciable, algo que las ha enfrentado a gobiernos y agencias de seguridad (a pesar del coqueteo que han tenido muchas veces con ellos…). Para evitar episodios como el del iPhone de San Bernardino, Hillary Clinton aboga por la creación de un plan al estilo del Proyecto Manhattan que permita al Gobierno y a las tecnológicas trabajar de manera conjunta en casos concretos que hayan puesto en riesgo la seguridad del país, ya que entiende la postura de empresas como Apple, pero cree que la protección de la privacidad no debe entorpecer la seguridad de los ciudadanos. “No es bueno para nadie que los terroristas puedan usar comunicaciones cifradas que ninguna agencia de seguridad pueda descifrar antes o después. Tiene que haber alguna manera. No sé mucho sobre la tecnología como para decir cuál es, pero tengo mucha confianza en nuestros expertos técnicos”, reconoció.
La filtración masiva de documentos que llevó a cabo Edward Snowden ha convertido a este estadounidense en un personaje repudiado por la clase política estadounidense. Hillary entre ellos, aunque su postura ha sido más suave que la de Donald Trump (algo esperable). “Infringió las leyes de Estados Unidos. Podría haber sido un soplón, habría conseguido todas las protecciones de un soplón, pero eligió no hacerlo. Robó información muy importante que ha caído en las manos equivocadas, así que creo que no debería volver a casa sin hacer frente a la música”, dijo refiriéndose al juicio que le esperaría en caso de regresar a Estados Unidos desde su retiro en Rusia, donde se refugió tras la filtración. Las revelaciones de Snowden demostraron un espionaje masivo a manos de la NSA durante años, casi todas relacionadas con las nuevas tecnologías.
Hillary Clinton está en contra de los monopolios que están creando algunas empresas de telecomunicaciones en el país, ya que “la mayoría de nuestras comunidades están sujetas a monopolios locales que dan servicio” a los ciudadanos, explicó. Para evitarlo, propone “cerrar los agujeros en la legislación” para terminar con las leyes estatales que “protegen injustamente a los negocios incumbentes”, lo que protegería la justa competencia y permitiría que los precios de la conexión a Internet bajen y las velocidades aumenten.
Además, Hillary Clinton quiere llevar Silicon Valley a otras partes del país para crear nuevos semilleros de start-ups tecnológicas para asegurar el predominio de los Estados Unidos en la revolución tecnológica de los próximos años. También propone mejorar el uso del Big Data para que los ciudadanos se puedan beneficiar de las bondades que genera y potenciar el desarrollo de las ‘smart cities’ o ciudades conectadas.