El propietario de “The Washington Post” quiere caminar hacia un modelo en el que no sean unos pocos los que pagan grandes cantidades de dinero por contenidos periodísticos, sino que todos los lectores contribuyan con pequeñas aportaciones. Pero por el momento es consciente de que el cambio tardará en implantarse.
En una conversación que tuvo lugar durante el Vanity Fair New Establishment Summit de San Francisco, Jeff Bezos habló sobre sus dos grandes empresas, Amazon y ‘The Washington Post’, además del protagonista político del momento, Donald Trump.
Sus reflexiones sobre el periodismo y cómo podría hacer dinero su periódico en el futuro centraron parte del debate. El dueño del ‘Post’ asegura que quiere pasar de hacer una cantidad de dinero relativamente grande de una pequeña parte de la audiencia, a un modelo en el que recauden una pequeña cantidad de un número mucho mayor de lectores. Pero es perfectamente consciente de que en la actualidad no hay evidencias de que los consumidores estén predispuestos a realizar micropagos. El modelo de negocio deberá seguir siendo una combinación entre publicidad y suscripciones, pero con un público más amplio.
El CEO recordó que cuando los servicios de suscripción de música echaron a andar, los consumidores preferían comprar música a la carta. Su conclusión es que los hábitos y comportamientos de los consumidores cambian lentamente, por lo tanto, no descarta que un día finalmente ellos acaben pagando.
Bezos también quiso comentar sus desencuentros con Donald Trump, que le acusó de comprar el ‘Washington Post’ para ejercer un poder político y evitar el pago de impuestos. Tras reconocer que tomarse a la ligera estas palabras en Twitter fue un error (utilizó un hashtag humorístico: #sendDonaldtospace), aseguró que “vivimos en un país increíble donde se nos permite criticar y escrutar a nuestros líderes electos. En otros países puedes ir a la cárcel o, peor aún, desparecer’”.
Para Bezos, Trump no solo arremete contra los medios de comunicación, sino contra cualquiera que le juzgue, poniendo en riesgo la libertad de expresión y la democracia. A pesar de todo, apoya a Mark Zuckerberg en su decisión de mantener en la junta de Facebook a Peter Thiel después de que se conociera que había donado 1,25 millones de dólares a la campaña de Trump.