Las compañías periodísticas latinoamericanas se enfrentan a los desafíos de subsistencia y sostenibilidad en la era digital. El Centro Knight para el Periodismo en las Américas ha consultado a diversos especialistas sobre si las nuevas tecnologías pueden significar un cambio positivo en la transformación de los medios estatales en medios públicos.
La transición de los medios analógicos a la señal digital abierta y gratuita será positiva para la libertad de expresión. Abrir paso a nuevos operadores significará acabar con la concentración de medios que caracteriza a los países latinoamericanos y, por lo tanto, que se escuchen voces muy diversas, asegura Gustavo Gómez, director de la ONG Observacom.
Sin embargo, Valerio Fuenzalida, investigador chileno especialista en medios, recuerda que los ciudadanos hoy están mejor informados por acceder a fuentes alternativas en las redes sociales, así que se dan cuenta de que los medios oficiales solo son instrumentos de propaganda política y la digitalización simplemente acentúa la desconfianza en ellos. Alejandra Viveros, directora de comunicaciones de la Oficina regional de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, saca en cambio una lectura positiva al confiar en que las redes sociales puedan funcionar como un mecanismo de regulación que permita que los medios sean más públicos que estatales.
En una línea pesimista se mueve Silvio Waisbord, profesor y director asociado de la Escuela de Medios y Asuntos Públicos de la Universidad George Washington. Waisbord cree que lo digital favorece la producción de contenidos, pero no necesariamente cambia el tono editorial de los medios públicos ni impulsa una revolución que modifique la relación del medio frente a la política. En su opinión, aún queda pendiente para los medios públicos de la región justificar su existencia frente a la enorme producción de diversos contenidos digitales, sobre todo considerando las diferencias y desigualdades digitales que continúan en América Latina. Por poner un ejemplo, los canales públicos brasileños ya transmiten en señal digital, pero muchos hogares solo reciben señal analógica. Lo mismo ocurre con los medios escritos: de nada sirve digitalizarlos si los brasileños no tienen acceso a un Internet rápido y de calidad.
Si algunos expertos ponen en cuestión el papel de los medios públicos en Latinoamérica, otros como Alejandra Viveros los pone en valor, ya que considera que tienen suficientes recursos para poder abarcar más temas que los medios comerciales (tales como medio ambiente, asuntos sociales, etc). Ahora con la digitalización, los medios públicos podrán encontrar además nuevas audiencias si son capaces de acceder a esas plataformas para no quedar rezagados. Producir contenidos más especializados y plurales también les ayudará a reivindicar su papel en la sociedad, añade Fuenzalida. Fernando Oliveira Paulino, profesor y director de comunicaciones de la Universidad de Brasilia, concluyó que el entorno de Internet propicia mayor participación que la radio y la televisión, con lo que los recursos digitales pueden lograr que los medios públicos sean más abiertos a la sociedad y, por tanto, más democráticos.