El blockchain basa su extrema seguridad y fiabilidad en la imposibilidad de editar los registros una vez que se publican. De hecho, si alguien intenta editar un registro todos los participantes en ese libro tendrán constancia de ello, lo que alerta automáticamente de posibles fraudes o manipulación sobre los registros.
Ahora, la consultora Accenture ha presentado un proyecto para patentar un procedimiento de edición de datos publicados con blockchain, lo que va en contra de esta tecnología. Los promotores de la iniciativa justifican su desarrollo en la necesidad de adaptar el blockchain al sector financiero, y ponen como ejemplo errores como vender el mismo título a dos personas, algo que deben poder corregir cuando suceda. El blockchain en su estado natural no permitiría esta corrección modificando un registro ya publicado.
El sistema de Accenture, en el que participa el catedrático Giuseppe Ateniese (investigador del ‘chameleon hash’, la tecnología que sustenta las firmas digitales) se basa en un modelo de blockchain con permisos que requieren la invitación expresa de otro usuario (tal vez un administrador). El modelo original no requiere permisos, sino que está abierto a cualquier nuevo participante. De hecho, un proyecto blockchain no tiene una autoridad central que lo controle, algo que la patente de Accenture introduciría por primera vez.
Este movimiento ha irritado a los defensores y usuarios del blockchain, al entender que el sector financiero estaría dando el primer paso para modificar una tecnología que, precisamente, ha puesto en jaque todo el sistema monetario tradicional. “El concepto mismo de cadena de bloques implica su integridad, la imposibilidad de modificarla. Si se puede modificar, niega el objetivo para el que fue desarrollada: dar garantía de registro inviolable”, explica una fuente de una consultora citada por ICNR. “La posibilidad de corregir el registro transforma la cadena de bloques tal como se la conocía en una vulgar base de datos, y no en un sistema seguro”, añade.