La pesadilla comenzó el 1 de septiembre y aún no ha finalizado. Un email viral está creando comunidad a golpe de látigo entre más de un centenar de directores de comunicación de grandes empresas españolas, así como directivos de agencias de comunicación y algunos consultores.
"Una meritocracia al servicio de la sociedad en España" es el titular incendiario del primer email que incendió los buzones de correo. Lo firma un tal Jaime P. Monfort al que nadie ha conseguido identificar, ni que dé respuestas claras de sus intenciones. Pero lo cierto y verdad es que no hay manera de parar la máquina.
En la cadena de mensajes hay quienes piden la baja, quienes manifiestan recibir el mismo email más de diez veces al día y quienes reconocen que los informáticos de su gran multinacional tecnológica han tirado la toalla ante un spam que no pueden frenar ni con cortafuegos estándar ni con ingenio personal.
J.P. Monfort dice residir en Madagascar, de donde aporta una supuesta dirección postal, y dirige una carta abierta "a todos los españoles" proponiendo una "revolución elegante" que sea un "golpe al establishment". Para aumentar su apariencia de veracidad cita a personas conocidas en el mundo de la Comunicación a los que califica de referentes y hasta de "nuestro súper agente especial".
Pero más allá de la locura de este pseudo revolucionario, llama la atención dos cosas: la indefensión de los 773 comunicadores de España a los que dice estar dirigiendo sus mensajes como martillo pilón percutiendo día tras día, email tras email; a la vez que ha generado un segundo efecto indirecto. Este segundo efecto es que está generando comunidad entre los damnificados por su spam masivo.
Directores de Comunicación (Dircom) de bancos, compañías de seguro, tecnológicas, cotizadas, fundaciones, entes públicos y grandes consultoras están respondiendo de manera agresiva al inicio y, tras el cansancio, generando afinidad y hasta filiación. No sabemos aún si de este spam se engendrará una revolución cultural, como pide el ciberpirata; pero lo cierto y verdad es que generará una comunidad de intereses y de amigos entre más de medio centenar de dircom que están siendo proactivos en generar una cadena de comunicación vía email para generar lo que algunos han llamado club de afectados, otro como asociación de comunicadores y alguno como demandantes colectivos de damnificados.
Circulan en las redes estos días el mensaje de que "si no estás en la cadena de emails, es que no eres nadie en el mundo de la Comunicación en España".
Se han producido nuevas incorporaciones al grupo de distribución de dircoms atraídos por la viralidad del fenómeno. Es objeto de tertulia en comidas y cafés, en reuniones y emails
El efecto viral inducido está siendo un caso único en la historia de los directivos de comunicación en nuestro país.
Aún no se sabe si todo acabará en silencio dentro de unos días o dentro de unas horas.
Pero el efecto JM Monfort ya daría para un libro, una conferencia sobre piratería y ciber acoso, o simplemente para una buena tertulia de sobremesa o un post como este.
Seguiremos atentos a los emails que lleguen desde Madagascar y a su reactivo entre los dircom de nuestro reino.
Salvador Molina
Presidente de la Asociación de Profesionales de la Comunicación (ProCom) y del Foro ECOFIN