Parece que las telecos ven con buenos ojos las tres excepciones que contemplará la Comisión Europea a la neutralidad de la Red y apuestan por regular Internet como se hace con cualquier sector, pero exigen que sea una regulación “justa y para todos”.
“A nadie se le ocurriría poner en cuestión que existan normas que regulen el tráfico por las carreteras o las autopistas, o agentes que vigilen que las mercancías que se transportan por ellas son legales. ¿Por qué Internet tiene que ser distinto?”, explica una fuente de una operadora nacional en “El País”.
Las telecos asumen que su actividad será regulada, pero exigen que se haga lo mismo con Google, Facebook y otras empresas similares, a las que a menudo acusan de basar su negocio en el uso de unas redes en las que no invierten dinero. Se quejan de que las operadoras de telecomunicaciones son sometidas a un permanente escrutinio mientras que las over the top (OTT) “se han inventado lo de la neutralidad de la Red” pese a que “no tienen ninguna neutralidad porque no respetan ni la privacidad ni la seguridad de sus usuarios y se saben la vida de todos nosotros”, según criticó recientemente César Alierta, expresidente de Telefónica, una de las principales telecos de Europa.
Otras compañías del continente han sido igual de críticas con los gigantes digitales y han buscado desde el principio una regulación más restrictiva con estas empresas, en su mayoría estadounidenses. En Europa las empresas más importantes del sector digital son las operadoras de telecomunicaciones, mientras que en Estados Unidos son los gigantes digitales. De ahí que Estados Unidos haya blindado la neutralidad de la Red y promueva leyes similares en otros lugares del planeta. La normativa europea, inspirada en la estadounidense, protege el negocio de los gigantes digitales a costa de regular a las telecos, se quejan las empresas del sector ante el silencio de las OTT. La guerra entre dos modelos de entender Internet y dos bandos con distintos intereses ahora se lucha en Europa.