El muro de pago (paywall) parece la tabla de salvación de los medios en la era digital: permite mantener la publicidad y supone cobrar de nuevo por consumir los contenidos. Sin embargo, todavía no se ha encontrado un modelo que sea capaz de compensar la caída de las ventas de formatos físicos. Una encuesta del American Press Institute vuelve a poner en duda este modelo, al menos de cara a las nuevas generaciones: sólo un 25% de los millennials (jóvenes nacidos entre 1980 y 2000) paga por consumir noticias. Pero más de la mitad lo hace por contenidos de entretenimiento.
Los datos son elocuentes, pero preocupantes para los medios: mientras que el 55% de los jóvenes estadounidenses paga por ver películas y programas de televisión en Internet, la cifra más alta en el apartado de noticias es un 21%, y ni siquiera es para un producto digital: es para revistas en papel. Sólo el 11% paga por revistas digitales.
Por otra parte, el 15% paga por leer periódicos en papel, pero sólo el 10% lo hace por periódicos digitales. El futuro no está en el papel y no está en la web. El problema es que tampoco está en las apps: sólo el 14% paga por una app de noticias.
¿Los jóvenes no están dispuestos a pagar? Pues parece que sí, pero sólo por productos de entretenimiento: a las cifras de vídeo digital se unen otras que demuestran una disposición a pagar en la era digital, lo que tumba la idea de que los jóvenes que han nacido con Internet como algo común quieren continuar con el “todo gratis”. Así, el 48% paga por escuchar música, el 46% por jugar a videojuegos y hasta el 41% por ver televisión de pago. Si bien las cifras demostrarían que hay otra mitad de jóvenes que no paga en Internet, es posible vislumbrar algo de esperanza, aunque no para los medios si continúan con las estrategias actuales. La solución parece estar en la innovación: el propio informe explora otras posibles vías de ingresos, como los micropagos, el comercio de los datos personales y los programas de afiliación. Está por ver si los ingresos que puedan generar esas vías logran compensar las pérdidas causadas por el fin del modelo tradicional.