El presidente del Banco Popular lo tiene claro: la digitalización, hoy en día, no es la panacea, pero el futuro transita por los canales digitales, por lo que es necesario adaptarse cuanto antes a esta nueva realidad. “La rentabilidad por la vía online hoy es claramente insuficiente”, ha explicado durante su participación en los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.
Ron, que preside el Popular desde el año 2004, piensa que el sector financiero, especialmente el bancario, “es una industria en clara transformación o reestructuración”, y ha comparado la actual etapa de irrupción de nuevas tecnologías llamadas a cambiar las reglas del juego con la llegada de las tarjetas de crédito, aunque ha reconocido que, pese a ser “uno de los retos del sector financiero”, la digitalización todavía no ha arrojado “una conclusión general, pero sí algunas preliminares”.
En un momento en el que el sector bancario está comenzando la transición digital para llegar a nuevos clientes (jóvenes, principalmente) y cubrir la creciente demanda de servicios online, Ron ha abogado por adaptarse a los nuevos tiempos, aunque ello suponga repensar el modelo de oficina bancaria vigente en la actualidad. Al respecto ha dicho que “se reducirán en número, aunque probablemente crezcan en tamaño físico”, pero ha querido dejar claro que existe mercado para ambos modelos, físico y digital. “No va a ser un sustitutivo total de la red de oficinas”, ha explicado refiriéndose al caso del Popular. Sin embargo, Ron también ha explicado que en la actualidad “las empresas invierten más en tecnología que en capital humano”.
Ángel Ron ha incidido en la importancia de digitalizarse como vía para crecer en el futuro, al estimar que los bancos que tomen ahora la iniciativa lograrán aumentar su cuota de mercado un 5%. Además, Ron ha explicado que según algunas previsiones “las pymes estarán digitalizadas en los próximos 5 años”, lo que refuerza la teoría de que digitalizarse ahora es una apuesta para el futuro.
Los retos políticos de la economía
El presidente del Popular coincide con un mensaje que se está escuchando mucho esta semana en Santander, donde periodistas de la prensa económica asisten a un Curso sobre “qué hemos aprendido de la crisis”, y es tan sencillo como preocupante: “estamos viviendo una época de muy moderado crecimiento económico”. No obstante, las previsiones indican que el crecimiento a nivel mundial será del 3,1% en 2016, aunque el camino estará plagado de riesgos globales (Brexit) y nacionales (incertidumbre política). Pero Ron ha querido restar algo de dramatismo: del Brexit ha dicho que, si bien se trata de “una mala noticia”, no sería tan grave incluso el hipotético caso de que saliera el “sí” el próximo 24 de junio. “El Banco Central Europeo y la Unión Europea tienen palancas para atenuar el posible impacto de la salida del Reino Unido de la UE”, ha explicado, aunque ha reconocido que “es una especulación teórica” decir que la salida de los británicos de la Unión supondría un verdadero riesgo para el Club comunitario. “Mi conclusión es que al que le iría peor tomando esta decisión es al Reino Unido”, ha contado.
Por su parte, sobre los riesgos en España ha lanzado un mensaje contundente: “mientras no cesen las incertidumbres sobre nuevas regulaciones no se va a reactivar el crédito”, ya que existe miedo en el sector y prefieren guardarse el dinero ante lo que pueda suceder. Y ha alertado de que “España sigue siendo vulnerable a la volatilidad de los mercados internacionales”.
Sobre el caso español también ha explicado que se “ha recurrido a la devaluación salarial para ser más competitivos, y ha funcionado”, pero también ha querido dejar claro que “no se puede permanecer en un modelo de bajos salarios para siempre”, y ha alertado de la “incapacidad endémica para emplear a una parte de la población activa”, especialmente los jóvenes, algo que ha achacado a la dualidad del mercado laboral. “Los trabajadores temporales son una especie de amortiguador en época de crisis”, ha comentado. “El empleo más sólido lo crea el crecimiento de las empresas”, ha añadido. Sin embargo, el 99% de las empresas españolas son pymes, y a la falta de financiación se une la dificultad para constituir una nueva empresa: “montar una empresa en España sigue requiriendo de una fortaleza mental en el empresario”, se ha quejado. Mientras que en Francia solo son necesarios 5 trámites, en España son 11.