Los intérpretes se encierran en cabinas acristaladas para escuchar hablar a una persona, traducir en tiempo real lo que dice y contárselo a través de unos auriculares a otras personas en su propia lengua. Un proceso que exige un exquisito conocimiento de ambas lenguas y la rapidez mental necesaria para traducir un idioma a otro en cuestión de segundos sin que se escape ninguna palabra. Se consigue con concentración extrema y años de entrenamiento y preparación.
Ahora, la start-up neoyorquina Waverly Labs está preparando un auricular que haga todo eso de manera automática. Sin un intérprete humano que deba concentrarse. Sería la llegada de la robótica y la Inteligencia Artificial a otra profesión que podría desaparecer si este dispositivo es capaz de superar las barreras con las que parte.
El dispositivo constaría de un auricular con micrófono incorporado. El micrófono recogería las palabras del interlocutor y las enviaría a un smartphone, donde una aplicación basada en Google Translate o en un servicio similar la convertiría en texto, la traduciría, la convertiría a voz en el nuevo idioma y la reproduciría en el auricular del usuario. Un proceso un tanto “largo” que, por el momento, se desconoce si permitirá tener conversaciones fluidas o si será como hablar por teléfono con las llamadas gratuitas que ofrece WhatsApp. Ese es precisamente el reto: que sea capaz de emular la velocidad de trabajo de un intérprete humano.
Este dispositivo se pondrá a la venta en Indiegogo, una popular plataforma de crowdfunding, por 299 dólares (266 euros). Mientras esperamos a las primeras opiniones de este dispositivo, seguiremos aprendiendo idiomas. Por si acaso.