El editor de prensa británico ha anunciado oficialmente el cierre de “The New Day” tan solo 9 semanas después de su puesta en marcha. El personal de Trinity Mirror teme inminentes recortes para cubrir los costes de este proyecto fallido.
El experimento en papel de Trinity Mirror desaparece. Lo que se anunciaba como “una iniciativa emocionante e innovadora basada en la confianza en los medios impresos” apenas ha sobrevivido dos meses.
“The New Day” tenía el honor de ser el primer periódico nacional que se lanzaba en papel en 30 años. Sin embargo, la audiencia no ha respondido como se esperaba. Aunque Trinity Mirror no ha querido revelar el número de ejemplares vendidos últimamente, lo cierto es que hay informaciones que apuntan a unas ventas de tan solo 30.000 copias diarias. Los primeros días a la venta alcanzaron las 150.000 copias vendidas, para bajar posteriormente a menos de 90.000. Trinity Mirror vendía el espacio publicitario sobre la base de una garantía de venta de 200.000 ejemplares al día.
En el momento de su lanzamiento, la editora ya aseguraba que si “The New Day” no era rentable al final del primer año, se plantearían su continuidad. La compañía se embarcaba en este arriesgado proyecto justo en el momento en que anunciaba una caída en los beneficios de sus principales cabeceras.
Solo 15 días después de su puesta en marcha, el analista de medios de “The Guardian”, Roy Greenslade, vaticinó que el diario no llegaría a los tres meses. Son varias las razones que, en su opinión, explican este fracaso y apunta a sus directivos como principales responsables. Por un lado, una promoción poco efectiva durante un espacio de tiempo demasiado breve y esporádico para suscitar un gran interés en lectores que no suelen comprar periódicos. Por otro, una política de precios totalmente desacertada. El primer número se distribuyó de forma gratuita, pasando a 25 peniques durante dos semanas. Tras subir su precio a 50 peniques, volvió a los 25 iniciales y acabó doblando el precio de nuevo para contrarrestar unas ventas muy bajas. Y todo ello para que los lectores no encontraran entre los contenidos noticias de última hora ni resultados deportivos porque al compartir rotativa con el “Daily Mirror” tenía que imprimirse muy temprano.
Los bandazos y ciertas declaraciones de sus directivos eran más propios de un proyecto amateur con el que experimentar sobre la marcha que de un modelo de negocio serio en el que pudieran confiar los anunciantes.
El personal de Trinity Mirror teme que se produzcan despidos como respuesta a las pérdidas económicas derivadas de este lanzamiento fallido. Los representantes de la Unión Nacional de Periodistas se reunieron frente a la sede en la que se celebraba la junta anual del Trinity Mirror con pancartas que rezaban: “Nuevo Día, nuevos recortes” o “Invertir en noticias de calidad”. Los empleados acusan a la compañía de mantener en secreto el desglose de costes, ganancias y pérdidas. Lo único que se ha hecho público es el gasto de 5 millones de libras para la campaña publicitaria en televisión.
Inmediatamente después de anunciarse el cierre de “The New Day”, el precio de la acción de Trinity Mirror ha aumentado más del 6%, algo que los expertos traducen como una señal de que los inversores se han sentido aliviados al acabar con este riesgo.