¿Te acuerdas cuando jugabas a preguntar al “espejito mágico” si eras la persona más guapa del lugar? Pues acostúmbrate a preguntar a partir de ahora ese tipo de cosas (y algunas incluso más útiles) a tu móvil, ya que las grandes compañías tecnológicas han comenzado una guerra por lograr que nuestro teléfono reconozca nuestra voz y sea capaz de respondernos a toda pregunta que le hagamos. Es la era del mayordomo virtual. Y este mayordomo está al alcance de todos.
Cuando Apple presentó Siri, en octubre de 2011, aquel invento hacía realidad las películas: era posible hablar con una máquina y que ésta respondiera de manera lógica. El sistema, desarrollado cuatro años antes, ya era lo suficientemente sólido como para abrir aplicaciones, buscar contenido en Internet o, incluso, defenderse de determinados ataques verbales que, reconozcámoslo, todos hemos hecho (a veces gana la máquina). Un futuro prometedor que abría un campo de posibilidades y que dio pie a la otra cara de la moneda: ¿y si nos pasábamos con Siri y terminábamos enamorados de aquella voz entre robótica y humana? Dio para película, pero el futuro va por ese camino, haya o no abusos.
En 2012 Google lanzó “Now”, su asistente de voz. Y en 2014 Microsoft hizo lo propio con “Cortana”. Ahora son Amazon y Facebook los que están involucrados en el desarrollo de estos asistentes llamados a convertirse en nuestros mejores amigos digitales, aunque con un punto de sirvientes: en el caso de Amazon, “Alexa”, integrado en un curioso dispositivo, será capaz de leernos los titulares de la prensa, bajar la calefacción o guardar una lista de compras a nuestra medida. ¿Qué amigo haría eso?
Lo cierto es que la mejora del software de reconocimiento de voz ha dado pie a estos productos. Estas compañías llevan años desarrollando técnicas que permitan identificar las órdenes independientemente del acento, tono, tipo de voz o vicio al hablar, de manera que estos amigos digitales nunca tengan que volver a decir “perdona, no te he entendido”. El mundo quedó sorprendido cuando se enteró de que Google había utilizado las voces grabadas por los usuarios de su traductor y de otros servicios para mejorar sus sistemas de reconocimiento de voz en casi cualquier idioma. Pero lo cierto es que detrás de estas mejoras no sólo hay estrategias comerciales, sino ciencia: las redes neuronales. Este método de cálculo para resolver problemas complejos inspirados en el cerebro humano es conocido desde la década de 1960, pero es ahora cuando está demostrando todo su potencial gracias a la creciente capacidad de computación que tienen los ordenadores, y que permite que estos sistemas sean capaces de aprender de sus propias experiencias.
Pero, ¿por qué tanto interés en los asistentes virtuales? A la par que por comodidad, lo cierto es que detrás de todo esto hay un negocio potencial de 2.000 millones de dólares anuales en 2024. Si parece una fecha lejana basta con saber que en 2015 ya movió cerca de 300 millones de dólares. Es, por tanto, un mercado por explorar que ofrece rentabilidad, interés por parte del usuario y una nueva forma de conectarse con la gente, conocerla a fondo y usar esos datos para seguir mejorando su experiencia. Ha llegado el momento de hablar con el móvil. Atrás quedó hablar por el móvil.