El rotativo brasileño, que tiene 45 años de historia, ha decidido invertir en digital como resultado del crecimiento de este tipo de plataformas. El cierre de la versión impresa también responde a un empeoramiento de la crisis en Brasil que afecta a todos los sectores, tal y como explica en un comunicado el presidente de la compañía. La decisión ha afectado especialmente al capital humano. Los 91 despidos se suman a los que ya se habían producido el año pasado tras una reestructuración. Otro diario brasileño, el centenario “O Mossoroense”, también decidió parar sus rotativas el 31 de diciembre.