El escándalo destapado por los Papeles de Panamá tras la filtración de 11,5 millones de documentos del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca, en los que aparecen personalidades, deportistas, famosos y grandes fortunas (además de multinacionales, bancos o gobiernos) ha vuelto a traer a la actualidad un asunto que ha cobrado fuerza en los últimos años: los paraísos fiscales. A raíz de la crisis económica y el “crash” de 2008, muchos gobiernos pusieron el foco en estos territorios populares entre las grandes fortunas por sus regímenes fiscales laxos o inexistentes, lo que los convierte en objetos de deseo para quienes desean tributar menos por sus ganancias, perjudicando con ello a las arcas públicas de los países de origen de esas fortunas.
¿Qué es un paraíso fiscal?
Un paraíso fiscal es un territorio que se caracteriza por aplicar un régimen tributario favorable para no residentes que cumplan algunos requisitos, como son constituir una sociedad o mantener cuentas bancarias. Gracias a la laxitud de su sistema tributario, con impuestos bajos o inexistentes, atrae a empresas, que comienzan a operar desde ese país o establecen filiales en él para facturar desde allí algunos servicios. En el caso de las grandes fortunas, sus titulares, con frecuencia, establecen en ese país su residencia para tributar en él sus ganancias, con el consiguiente ahorro en impuestos. El problema es que a veces es una residencia simulada (no vive realmente en el país o no el tiempo reglamentario).
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) establece hasta cuatro parámetros para determinar cuándo un país es un paraíso fiscal: si el país carece de impuestos (especialmente los directos, aquellos que gravan las ganancias de cada persona o su patrimonio, como serían el IRPF en España), si existe falta de transparencia a la hora de publicar datos relativos a los contribuyentes, si las leyes del país no permiten el intercambio de información con agencias tributarias o sistemas judiciales de otros países, y si permiten beneficiarse de beneficios fiscales a no residentes o a empresas que no desarrollan de manera efectiva su actividad en el país.
En ocasiones, determinados países aplican dos regímenes fiscales diferenciados, uno para los residentes y otro para los no residentes. Si el régimen es más beneficioso para los extranjeros, sería una muestra más de que el territorio es un paraíso fiscal. Sin embargo, el rasgo característico de estos lugares es el llamado secreto bancario, mediante el cual las leyes del país protegen la identidad de los titulares de cuentas bancarias, así como de su contenido, sus movimientos, etc. Algo similar sucede con las empresas, cuyos titulares reales pueden ocultarse tras otras empresas, representantes legales o despachos de abogados, como en el caso de Mossack Fonseca.
¿Cómo funciona un paraíso fiscal?
En realidad, el funcionamiento de un paraíso fiscal es prácticamente el mismo que el de cualquier país: una persona puede abrir cuentas bancarias y depositar en ellas su dinero y crear empresas con absoluta libertad. Sin embargo, en el caso de los paraísos fiscales existen estrategias que permiten delegar en terceros estos asuntos, de manera que la identidad del propietario de los bienes quede oculta en todo momento. Esto es lo que permite evadir impuestos, si es esa la intención del titular, o simplemente tributar de manera más favorable por determinados bienes sin que se entere su país de origen.
Lo más habitual es abrir una empresa offshore, que no es más que una empresa normal abierta por un extranjero no residente en un país determinado. El término offshore puede traducirse en español como “extraterritorial” o “en el extranjero”, según Fundéu, lo que destaca el hecho de que la empresa se abre en un país diferente al de origen del titular. Abrir una empresa en un país extranjero no es un delito en sí; de hecho, es un paso necesario para operar en dicho país. Sin embargo, abrir una empresa en un país extranjero en el que no se va a operar puede constituir un delito si se demuestra que a través de dicha empresa se van a canalizar los ingresos obtenidos en otro país: en este caso, podría demostrarse que el dinero ganado en un país se tributa en otro con un régimen fiscal más favorable, lo que supondría estar evadiendo los impuestos reglamentarios del país de origen.
En el caso de los paraísos fiscales, algunas personas abren una empresa offshore a través de un despacho de abogados, que ejerce de representante legal de la compañía y, en ocasiones, aparece como titular de la misma. Este es el primer paso para ocultar la identidad del verdadero propietario de la empresa. Además, se pueden crear varias empresas, de manera que unas posean a otras en determinados porcentajes, estableciendo una maraña de sociedades interrelacionadas y con distintos titulares, cotitulares y representantes. Estas acciones entorpecen la investigación de estas empresas, por lo que aseguran la preservación de la identidad del verdadero propietario. De nuevo, no es un delito crear muchas sociedades y que unas pendan de otras o dejar que un despacho de abogados sea el titular oficial de una empresa: el delito puede estar en la razón por la que se crean esas estructuras y el motivo para actuar de esta manera. Una de las características de un paraíso fiscal es que no estaría obligado a desvelar la verdadera identidad del propietario de cada empresa.
¿Qué papel juegan los bancos en un paraíso fiscal?
En los Papeles de Panamá aparecen hasta 500 bancos involucrados en los documentos, por lo que es evidente que juegan algún papel. Algunos bancos simplemente ofrecen a sus clientes adinerados la posibilidad de abrir cuentas bancarias en un paraíso fiscal para proteger su dinero de eventuales problemas financieros en el país de origen. De nuevo, abrir una cuenta bancaria en un país extranjero no constituye un delito si el dinero que se deposita en él proviene de alguna actividad realizada directamente en dicho país o si, pese a provenir de otro país, fue tributado en el lugar en el que se obtuvo. Por ejemplo, un español puede abrir una cuenta bancaria en Panamá y depositar en ella su dinero si ya ha tributado por él en España. No es un delito guardar tu dinero en otro país, pero sí guardarlo en otro país con la intención de ocultarle a Hacienda que tienes ese dinero para evitar pagar los impuestos correspondientes.
En otros casos, se ha demostrado que algunos bancos ayudaron a sus clientes a abrir cuentas bancarias en el extranjero para evadir impuestos en sus países de origen. UBS pagó 780 millones de euros de multa por este motivo, algo que también le sucedió a Crédit Suisse, quien tuvo que pagar más de 2.600 millones de dólares de multa por ayudar a estadounidenses a evadir impuestos, según explica Financial Times.
A todo esto, ¿por qué no hay estadounidenses en los Papeles de Panamá?
El tema de los paraísos fiscales es como todo: para gustos los colores. Hay muchos territorios y lugares calificados como tal, por lo que es cuestión personal (y estratégica) decantarse por uno u otro. En el caso de los estadounidenses, es cierto que hasta ahora no se han visto nombres relevantes en los Papeles de Panamá, lo que ha llevado a muchos a especular con la posibilidad de que la CIA esté detrás de la filtración (hasta Putin lo ha insinuado). ¿Significa eso que los estadounidenses son más honrados que el resto de ciudadanos? No, para nada. La razón es muy simple: “los contribuyentes estadounidenses prefieren poner su dinero en las Islas Caimán o las Bermudas en lugar de utilizar las Islas Vírgenes Británicas o de las Bahamas", explicó en su blog Richard Murphy, profesor de la City University de Londres. "No es una sorpresa: las leyes de las Islas Caimán se han hecho pensando en adaptarse al mercado estadounidense", continúa.
En los Papeles de Panamá aparecen vínculos con las Islas Vírgenes Británicas. De hecho, es en este territorio donde están establecidas más de 113.000 empresas que aparecen en los documentos filtrados, frente a poco más de 40.000 que tienen su sede en Panamá. Además, los expertos en el tema de los paraísos fiscales hablan de Panamá como un lugar “especulativo” y hasta poco glamuroso para evadir impuestos. “Panamá se encuentra en el nivel más bajo de los paraísos fiscales”, explica Ronen Palan a Les Echos. “Los métodos de evasión de impuestos son más sofisticados en Luxemburgo, las Islas Caimán y Suiza”, añade. Parece que incluso en la evasión de impuestos hay categorías y calidad.
¿Qué países son un paraíso fiscal?
No es sencillo determinar cuántos países son un paraíso fiscal y cuáles son estos países. Según la OCDE, sólo Naurú y Niué son un paraíso fiscal puro. Pero cada país elabora su propia lista, principalmente porque algunos paraísos fiscales son un territorio de un país con un régimen fiscal independiente, por lo que ese país no va a incluirse a sí mismo en la lista… Además, en los últimos años algunos países considerados paraíso fiscal han llegado a acuerdos de intercambio de información con otras naciones, por lo que han sido eliminados de las listas negras.
En el caso de España, hasta 30 países y territorios serían considerados un paraíso fiscal a día de hoy. Entre ellos se encontrarían Bahréin, Brunei, Fiji, Chipre, las Islas Salomón, Mónaco, Macao u Omán. La mayoría de las fuentes se refiere en este sentido a un Real Decreto de 1991 que incluía una lista de paraísos fiscales para el Estado español, aunque en los últimos años algunos han salido de dicha lista al firmar acuerdos de cooperación con las Autoridades fiscales españolas, como es el caso de Andorra.
A nivel global, países como Fiyi, Vanuatu, Bahamas, Singapur, Jordania o Trinidad y Tobago son a menudo considerados un paraíso fiscal. Por su parte, existen decenas de islas pertenecientes a otros países (como la Isla de Man, del Reino Unido, o las Islas Cook, de Nueva Zelanda) que también tienen esta consideración de manera más o menos extendida. Otro caso es cuando una parte de un país, como el Estado de Delaware (en Estados Unidos) o incluso Londres, la capital de Inglaterra, son considerados en sí como un paraíso fiscal, pese a que el país en su conjunto no lo es. Atendiendo a este tipo de ejemplos, parece que el Reino Unido es el que más territorios posee calificados como paraíso fiscal.
¿Cuánto dinero hay en paraísos fiscales?
Debido a la opacidad de la mayoría de estos territorios no es posible hacer un cálculo certero, pero la OCDE calculó en 2013 que alrededor del 25% del PIB mundial estaba oculto en estos territorios: unos 17,5 billones de euros. Para hacerse una idea de cuánto supone este dinero basta con ver el PIB que tiene España: 1,4 billones de euros al año (2013). Según cálculos de Gestha (Sindicato de Técnicos de Hacienda), los españoles tienen alrededor de 175.000 millones de euros ocultos en paraísos fiscales. Calderilla.