Nuevo varapalo a la prensa en España. Después de años de crisis, pérdidas, despidos y caída en las ventas (y en los ingresos), parecía que 2015 sería el año de la incipiente recuperación, como demostraron Vocento (con 4 millones de euros de beneficio en 2015) y Prisa (con 5,3 millones). Pero esa recuperación no ha llegado a todos por igual: Unidad Editorial, la editora de diarios como El Mundo, Marca y Expansión, ha anunciado unas pérdidas operativas (ebit) de 85,7 millones de euros en 2015, casi cuatro veces más que el año anterior, lo que representa el peor dato de todas las divisiones de la italiana RCS Mediagroup, la empresa matriz.
La compañía italiana, propietaria de diarios como Il Corriere della Sera, ingresó el año pasado 1.031 millones de euros y tuvo un EBITDA de 16 millones, la mitad que en 2014. Esto ha llevado a que el Grupo haya perdido 175,7 millones de euros en total, un 10% más que en 2014.
Las cabeceras de Unidad Editorial, la división española del grupo italiano, ingresaron 330 millones de euros en 2015, un 7,1% menos que el año anterior, arrojando 9,2 millones de euros de pérdidas. En publicidad también se registró una caída del 3,1%, hasta los 151,8 millones de euros, aunque creció un 11,5% en la vertiente online, que ya supone el 29,3% del total publicitario del Grupo en España. La mayor caída se observa en la venta de ejemplares en los quioscos: se dejó un 12%, con una facturación total de 137,7 millones de euros.
Ante estas dramáticas cifras, desde Italia ya plantean un nuevo plan de ajustes que permita ahorrar entre 40 y 45 millones de euros en los próximos dos años, de los que 15 millones vendrían por la vía de los costes laborales. En este sentido, RCS ya ha informado sobre la inminencia de la apertura de negociaciones con los comités de empresa para plantear nuevos recortes y, posiblemente, despidos en Unidad Editorial. También se ha planteado la posibilidad de deshacerse de activos como las dos licencias de TDT que posee el Grupo, por las que pedían 70 millones de euros, aunque la operación parece que se ha paralizado tras el acuerdo con Mediapro para crear un canal deportivo en abierto, y que podría reportar unos 3,5 millones de euros al año, informa El Confidencial.
La compañía, en los datos que ha proporcionado a la prensa, informa de una difusión total de 152.000 ejemplares de El Mundo al mes, incluyendo los distribuidos a través de Orbyt. En febrero la caída acumulada era del 13,5% respecto al año anterior. En ventas no está mucho mejor, con una caída que superaba en febrero el 16% respecto a 2014, llegando a las 81.200 copias. La web del diario estaría recibiendo 38,2 millones de visitantes únicos al mes (un incremento del 16,2% respecto al año anterior). En el caso del económico Expansión, los datos son de 39.000 ejemplares y 7,8 millones de usuarios en la web (un 20,6% más). Por su parte, Marca se consolida como el diario más leído de España, con 158.000 ejemplares vendidos al mes. Su web alcanza ya los 40,2 millones de visitantes mensuales, un 6,1% más.
Marca está, sin embargo, en el punto de mira de RCS: es el activo con mejor proyección, pero precisamente por eso es el que puede ayudar a aligerar cargas financieras para el Grupo. De ahí que ya se hayan planteado iniciativas para el diario deportivo, como sacar de los resultados de Unidad Editorial los de este periódico, lo que afectaría aún más a los números de la división española: sin Marca, los ingresos de Unidad Editorial serían 110 millones de euros menores al año.
Sin embargo, la principal preocupación para los italianos llegaría de la mano de El Mundo, incapaz de recuperarse tras la marcha de Pedro J. Ramírez. Hoy, El Mundo es un diario que, despojado de su fundador, no consigue pasar página y encontrar su hueco en el mercado, máxime cuando muchos de sus lectores eran asiduos al estilo de Pedro J. Ramírez, quien desde El Español ofrece ahora enfoques y contenidos que ofrecía en El Mundo. Si una de las garantías del diario era la personalidad de su director, actualmente es un periódico más que está perdiendo fuerza frente a las innovaciones de El País, consciente de la necesidad de reinventarse para sobrevivir y la fuerte posición ideológica de La Razón. Si El Mundo no es capaz de reaccionar y volver a enganchar a la audiencia, fidelizarla y situarse a la vanguardia de la transición (como hizo cuando abrió Orbyt o propuso muros de pago), podría quedarse relegado en una carrera de sobrevivencia.