David Jiménez ha inaugurado el Congreso de Periodismo Digital de Huesca resaltando que podemos ser optimistas sobre el futuro de los medios al haber sido capaces de salir adelante tras sufrir un auténtico tsunami.
Huesca acoge estos días la edición XVII del Congreso de Periodismo Digital. En su jornada inaugural, el director de “El Mundo” David Jiménez ha querido compartir todo lo que ha aprendido en su primer año al frente de uno de los diarios más importantes de nuestro país.
Jiménez ha empezado haciendo hincapié en que la prensa tradicional fue golpeada por una especie de tsunami como el que él vivió en primera persona en 2004 cuando era corresponsal en Asia del periódico. En 2008, la prensa vio cómo tenía que lidiar con la peor crisis económica de las últimas décadas, sumada a un cambio de modelo de negocio en la prensa.
Cuando Internet se incorporó a las redacciones, la mayor parte de los periodistas no lo veían como una oportunidad, sino como una amenaza. Y “yo formaba parte de esa resistencia”, asegura, como corresponsal clásico que era. Pero en la actualidad, existe el convencimiento generalizado de que el mundo digital “es un gran aliado”: “nuestra única alternativa para sacar la cabeza del agua”.
Tras asegurar que se muestra muy ilusionado con el reto de intentar que “El Mundo” sea un periódico mejor, Jiménez se siente orgulloso de poder decir que en 2015 el crecimiento de la publicidad online ha compensado la caída de la impresa por primera vez. Otras señales que le permiten ser optimista son el número creciente de seguidores en redes sociales o haber conseguido cuadriplicar el número de visitas a sus vídeos desde el mes de junio.
El director de “El Mundo” quiso resaltar que los medios tradicionales siguen siendo los favoritos de la audiencia en Internet cuando se producen acontecimientos importantes. Eso sí, sin perder de vista que cada vez en mayor medida los lectores acuden a unos digitales puros que saben cómo atraer a audiencias jóvenes. Aunque esta proliferación de medios pudiera ser vista como una amenaza, el periodista asegura que para su diario es una motivación. “Esa competencia ha resultado ser lo mejor que le podía haber pasado a periódicos como El Mundo”, asegura. Al igual que Roger Federer considera que no habría ganados tantos títulos si no hubiera compartido época con Rafa Nadal, la competencia de los digitales puros ha obligado a los tradicionales a innovar más y mejorar día a día.
De un negocio que “hacía bandera de su inmovilismo”, hemos pasado a contar con unas redacciones que se han convertido en auténticos laboratorios de innovación. “El matrimonio entre el periodismo y la tecnología ya es para toda la vida” y no es inteligente no asumir esta realidad, ya que el tren va a pasar de todas formas “y al maquinista le da igual quién se suba y quién se queda en el andén”.
David Jiménez reconoció que algunos compañeros le preguntan si le eligieron como director de “El Mundo” para matar el papel. A todos ellos les recuerda que la desaparición de la edición impresa no será fruto de la decisión que tome un director en su despacho, sino de unos lectores que son los que van a elegir dónde y cómo les quieren seguir.
Finalmente, el periodista quiso poner en relieve que, a pesar de que cambien los soportes, los elementos que conforman el buen periodismo, como son el rigor, la credibilidad o la honestidad, no van a cambiar. Para sobrevivir en un mercado con miles de medios compitiendo, “el talento del periodista para hacer interesante lo importante tiene más valor que nunca”.