Google decidió eliminar por sorpresa el bloqueador de anuncios que utilizaba el motor de Samsung y que, previsiblemente, sería la base del futuro adblocker integrado en el navegador para Android de la coreana.
A nadie la extrañó que el buscador llevase a cabo esta acción, puesto que ya ha declarado que los bloqueadores son “su enemigo número 1”. Según la compañía, este adblocker incumplía una serie de normas que, desarrolladores y aplicaciones, tienen que efectuar para que sus apps puedan estar disponibles en su tienda virtual.
Pese a las primeras advertencias, la aplicación no fue retirada, pues en definitiva Adblock Fast no hace sino lo mismo que otras muchas apps que se pueden encontrar con facilidad en la Store de Google.
El buscador ha tenido que desmarcarse de su censura y, sin avisar, ha dado el espaldarazo definitivo al pupilo de Samsung, compañía que, en la misma línea de Apple, se ha mostrado precisamente a favor de los bloqueadores.
¿Afectará a la relación comercial de Google y Samsung el apoyo de ésta última al enemigo “número 1” del buscador?