“¿Qué necesitamos aprender? ¿Cómo queremos aprenderlo?” Estas son las dos preguntas que, según Alfredo Hernando, deben hacerse las escuelas para dar sentido a su sistema educativo y comenzar su proceso de cambio. ‘Viaje a la escuela del siglo XXI’ es un proyecto que nace con la esperanza de crear un nuevo modelo de escuela para educar en un nuevo nivel de la existencia humana. Este libro contiene los secretos de la transformación de una amplia muestra de colegios que educan con éxito en el siglo XXI.
Acompañado de Pablo Gonzalo, responsable del proyecto en Fundación Telefónica, Alfredo Hernando animó a todos los presentes a cambiar los centros educativos, porque según sus propias palabras, “escuelas distintas construyen vidas distintas”. Para este psicólogo e investigador los alumnos tienen que “aprender para otra vida, descubrir otro mundo y crear otra narración de ellos mismos“.
‘Viaje a la Escuela del siglo XXI’ es a la vez un diario de viaje y la narración de muchas experiencias. Pero, ¿cómo se pueden replicar esas experiencias en las aulas? Para Alfredo Hernando la clave está en los docentes: “no hay una varita mágica, pero la fuerza de un claustro de profesores que trabaja con una idea compartida de ‘escuela21′ va generando poco a poco el proceso de transformación”. También remarcó la importancia de tener claro que la innovación sólo se consigue “siendo capaces de unir creatividad y resultados”.
En cuanto a las claves de los expertos que asistieron al acto, Jorge Yzusqui, gerente general de Innova Schools (Perú), aseguró que “la mayor barrera para innovar en el campo educativo somos nosotros mismos”, para pasar a reconocer que “el aprendizaje es necesario, pero el desarrollo de habilidades sociales es más importante. Al fin y al cabo, el conocimiento lo tenemos en el teléfono”.
Morten Smith-Hansen, profesor de Ørestad Gymnasium (Dinamarca) afirmó que basan su metodología en “la flexibilidad en tiempos y espacios. Hay niños que deciden seguir estudiando juntos en el tiempo de recreo. Es importante que los alumnos se sientan responsables de su aprendizaje”. Salir del espacio tradicional, por tanto, es vital para ellos, porque “el aprendizaje va directamente ligado a la arquitectura donde se aprende”.
Ángel Serrano, director de Padre Piquer (Madrid), compartió una metodología basada en “un aula cooperativa multitarea, una iniciativa de inclusión académica y social, sin barreras interiores de ningún tipo”. Provocando ilusión en el alumno, han logrado acabar con el absentismo.
Finalmente, Araceli Vendrell, directora de comunicación del Col·legi Montserrat (Barcelona), aseguró que emplean “las inteligencias múltiples como motor de cambio y transformación hacia el aprendizaje cooperativo, la cultura del pensamiento y el aprendizaje basado en proyectos”. “Enseñamos a los alumnos a compartir y les ayudamos a que se den cuenta de que son capaces de hacer las cosas”.