A comienzos de este 2016 tenemos una perspectiva de algo más de 20 años de periodismo digital, aunque es en la pasada década cuando florece un horizonte de balcanización de la información digital en orden disperso. Llama la atención que en todos estos años no se ha solidificado un modelo de negocio que pueda generalizarse. Sintetizando, éstos son los puntos fuertes que emergen y las claves con un horizonte de cierta permanencia.
El primer periódico digital fue el estadounidense “Daily Oklahoma”, en 1963. Pero realmente es en el año 1994, cuando el diario “New York Times” estrena su servicio de Internet y se puede decir que nace la “galaxia digital”. En ese mismo año 1994 es cuando una revista cultural en catalán, “El Temps” de Valencia, tiene el honor de haber sido la primera publicación peninsular con una edición electrónica. Pero 1995 es la fecha crucial para el periodismo digital en España. En ese año se suben a la Red los tres principales diarios de Barcelona y el “ABC”. En 1996 se lanza a Internet el diario líder, “El País”. Podemos decir que la “galaxia digital” tiene realmente entre 20 y 22 años. En este tiempo hemos visto cómo se arruinaba la industria de los diarios tradicionales, cerraban cientos de medios en papel y se iban al paro miles de periodistas. Éstos son los hechos destacados:
1.En todos los mercados avanzados, la información que llega al gran público se ha hecho digital y esta tendencia se va a acentuar al máximo. Por ejemplo, en EEUU, en el año 2000 tan solo el 3% de los medios informativos era electrónico. El año pasado más del 40% de los medios de comunicación eran digitales y antes del 2030 lo serán más del 80%. Un extenso informe de “Business Insider” traza con gráficos toda la evolución del sector en esos años y la perspectiva de futuro.
2.Subir a Internet el contenido de los diarios de papel y ofrecerlo gratis ha sido un error histórico de los editores. Con esa base, se ha hecho muy lento, penoso y barato, el proceso de aceptación por parte del público para pagar por la información digital. Los modelos de muros de pago han funcionado hasta ahora para información exclusiva de alta calidad, para medios de prestigio, siempre con precios bajos en comparación con los productos tradicionales en papel.
3.Estamos lejos de tener un modelo de negocio global para la información digital. Solo algunos grandes medios de comunicación globales, preferentemente en inglés, han logrado sobrepasar la barrera del 50% de ingresos digitales sobre ingresos totales. La mayor parte de los grupos de medios tradicionales se sitúan en torno al 20% de ingresos digitales sobre ingresos totales, mientras ven cómo declinan rápidamente los ingresos tradicionales.
4.Los modelos de suscripción parecen tener una buena perspectiva por delante. A pesar de numerosos fracasos, hay evidencia suficiente, sobre todo en EEUU, de medios de información de nicho, de alta calidad, que se financian por suscripciones de pago. Además, en otros sectores como por ejemplo el vídeo en streaming, vemos que los ingresos crecen sin cesar. Solo en EEUU se espera que el vídeo en streaming facture más de 7.000 millones de dólares en 2017. Otro tanto pasa con otros servicios como los de música. Se está generalizando un modelo donde hay una oferta freemium gratuita y otra premium de pago.
5.La publicidad digital está abocada a una mutación acelerada. Aunque la facturación por publicidad digital crece, la mayor parte va a parar a los gigantes de Internet como Google o Facebook. Para los demás quedan las migajas. Además, los bloqueadores de publicidad están haciendo bascular la cuestión de la publicidad digital. Editores franceses y alemanes reconocen haber perdido entre el 25% y el 40% de sus ingresos por publicidad digital en el último año, en un contexto que ya está degradado como consecuencia de la caída de precios. El mundo de la publicidad digital va a entrar en una nueva era. Va a hacerse menos invasiva y repetitiva, de mayor calidad y más segmentada. En este contexto, es de esperar que siga creciendo la publicidad llamada nativa, en la que se proponen servicios o productos con un planteamiento periodístico, con demasiada frecuencia indistinguible sobre la información no patrocinada. En los medios y en las agencias se forman equipos para desarrollar nuevas maneras de difusión de los contenidos publicitarios.
6.La situación española es incluso un poco más grave que la media en los países avanzados. Nuestros principales diarios, “El País”, “El Mundo”, “ABC” y “La Razón”, registraron unas pérdidas globales de 22,6 millones de euros en 2014. En el año recién terminado, los resultados de los diarios han seguido cayendo. Además, la difusión de los diarios mencionados ha descendido en 60.700 ejemplares diarios el año pasado, según OJD. Hace una década, esos diarios difundían 1.185.000 ejemplares, y ahora apenas superan los 500.000.
7.La televisión tradicional se va a enfrentar a los mismos problemas por los que han atravesado los medios en papel. La televisión tradicional tiene que reinventarse de arriba a abajo.
8.El móvil se ha convertido en la pantalla clave para la circulación de la información, pero hay que reinventar un periodismo adaptado a este pequeño formato y aún estamos lejos de haberlo logrado. En este contexto, el próximo acontecimiento disruptivo para acceder a contenidos informativos pueden ser las apps de mensajería.