Tras varios años de dura batalla, incluso en los tribunales, los medios de comunicación y Google se han encontrado con un tercer actor que está dinamitando los intereses económicos de ambos: Adblock Plus. Las compañías que obtienen la mayor parte de sus ingresos de la publicidad, empiezan a sufrir pérdidas importantes de dinero con el bloqueo de anuncios. Los usuarios castigan a las webs de acceso libre y obligan a reorganizar el ecosistema de la red.
Si basar un modelo de negocio en la publicidad ya era como jugar a la ruleta rusa, con la generalización del uso de bloqueadores publicitarios el empeño se convierte en un pasaporte hacia el fracaso.
La situación que están viviendo las organizaciones de noticias en Internet es curiosa: los usuarios instalan programas que bloquean la fuente de financiación de las webs que les gusta leer, sin ser conscientes de que este hábito empuja a las empresas a sellar sus contenidos bajo muros de pago.
Bob Lord, presidente de AOL, ha manifestado que “el contenido es caro de producir, por lo que en última instancia se trata de una elección de los consumidores: ¿quieren un modelo de contenido basado en la suscripción o un modelo con publicidad?”.
Los medios de comunicación, que hasta ahora estaban utilizando programas para desactivar los bloqueadores de anuncios o recordando a los usuarios con un mensaje que el buen periodismo necesita financiación, han decidido ir más allá. El prestigioso “The Washington Post” ha optado por pasar directamente a bloquear a los lectores que usen este tipo de software. Cuando va a acceder a un artículo, el usuario recibe una notificación que o bien le indica que debe desactivar el programa si quiere seguir leyendo el contenido, o le pide que introduzca su email y se suscriba a la newsletter.
Es evidente que el bloqueo de anuncios es un atentado contra la Web Abierta, y la empresa que más dinero maneja en ella es Google. La compañía ha reconocido que esta práctica supone un gran problema e insta a la industria a trabajar de forma conjunta para encontrar una solución. El gigante de Internet ya ha pagado a AdBlock Plus para poder ser incluido en su lista blanca, lo que evitará que al menos algunos de sus anuncios sean bloqueados. Pero no es suficiente. Sir Martin Sorrell, CEO de WPP, la compañía líder del sector publicitario, asegura que Google podría tomar medidas más severas para frustrar el uso de estos programas. De momento ha conseguido que los usuarios que usan bloqueadores sigan viendo los anuncios en YouTube, eliminando además el botón “skip add”, pero podría llegar a plantearse incluso evitar que los internautas que tengan instalado el software puedan usar la plataforma de vídeos.
Lo que parece claro es que el mercado de la publicidad digital es insostenible tal y como lo conocemos hoy en día. El uso móvil representa el 24% del tiempo de consumo de los medios en EE UU, pero solo el 8% del gasto publicitario, según datos de la firma de capital privado Kleiner Perkins Caufield Byers. Se estima que esta brecha equivale a una oportunidad de 25.000 millones de dólares. A estas cifras hay que sumar las pérdidas por el uso de bloqueadores. Un informe de PageFair y Adobe estima caídas de ingresos globales de cerca de 22.000 millones de dólares solo este año. Si los perjudicados por esta práctica no hacen algo pronto, Facebook y Apple serán las compañías que pesquen en estas aguas revueltas.