José Luis Zunni y Eduardo Rebollada
Viernes 03 de julio de 2015
Es casi una regla no escrita que los líderes efectivos tienen un buen sentido del humor, especialmente una dosis de aguda ironía. Y cuando afloran las sonrisas en las caras de la gente, no hay negociación que se resista. De ahí la importancia de gestionar el buen humor en las organizaciones y en la vida en general.
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