Las noticias siguen siendo en su mayoría sombrías para la prensa escrita estadounidense, que lucha desde hace una década por adaptarse al nuevo panorama digital, escribe Rob Lever para AFP.
La venta del San Diego Union-Tribune a principios de mayo por 85 millones de dólares volvió a poner de manifiesto la terrible pérdida de valor que han experimentado los “viejos medios de comunicación” en los últimos años.
La historia de ese medio es la misma que la de otros exponentes de la otrora orgullosa industria editorial de Estados Unidos.
Según el Pew Researc Center, en la última década la circulación diaria de los cotidianos estadounidenses cayó 17% y sus ingresos publicitarios lo hicieron en más de 50 por ciento.
En 2014, tres grandes empresas del sector decidieron recortar sus ediciones en papel para concentrarse en sus versiones digitales.
“Las grandes cadenas se han puesto a hablar en digital. Pero a pesar de casi dos décadas de esfuerzos, la verdad es que” los resultados no han mejorado, señala Ken Doctor, un analista de la industria de los medios que maneja el blog Newsonomics y funge como consultor de la firma de investigación Outsell.
- Actuar como startups –
“Muy pronto, los periódicos tendrán pocas opciones, aparte de recortar la frecuencia de su edición impresa, como han hecho varios diarios, para ahorrar gastos”, indicó.
En el primer trimestre de 2015, siete de los mayores grupos de diarios registraron un beneficio combinado de 21 millones de dólares. En 2005, sólo el grupo Gannet había ganado 1.800 millones.
“Estas compañías tienen hoy poco para invertir”, analizó Doctor.
Incluso The New York Times, uno de los medios que con más ahínco se lanzó a la reconversión digital, reconoció recientemente que el 70 por ciento de sus ingresos todavía provienen de la edición impresa.
Las empresas del sector deben repensar su estrategia y actuar más como startups, señala Alan Mutter, un exredactor de Chicago que ahora es consultor de medios digitales.
“La gente de los medios de comunicación tiene que admitir que están en un negocio de atraer público” a través de la publicidad, afirmó.
Numerosas compañías del área no pueden adoptar una estrategia de largo plazo porque están bajo presión para lograr buenos resultados trimestrales, agregó Mutter.
Una excepción es el Washington Post, que bajo la gestión de su nuevo propietario, el fundador de Amazon Jeff Bezos, ha afinado su estrategia digital.
Según datos de comScore, esa opción le ha dado resultados, pues las visitas a la edición digital del diario crecieron 65% en un año.
Bajo Bezos, “el Post ha invertido en el diseño y en la presentación de informes, ha incorporado tecnología, ha hecho un montón de cosas bien”, dijo Mutter.
“Bezos se maneja con una visión a largo plazo”, e invierte su dinero aunque por el momento probablemente las ganancias no sean muchas, agregó.
- Motivar a las tribus internas –
Algunos periódicos se han asociado con Facebook para alojar su contenido y obtener eventualmente nuevos ingresos a través de la publicidad.
“Han debido tragarse su orgullo” pasado, cuando se negaban a acuerdos de este tipo, “porque saben que les falta el alcance global masivo que sólo Facebook puede proporcionarles”.
Sin embargo, estas estrategias apenas servirán para generar un modesto alivio a las empresas del sector, subrayó Mutter.
Un estudio realizado por el Instituto de Prensa de Estados Unidos (API) y aparecido en la última semana indicó que una clave para que la industria evolucione reside en cambiar la cultura de las redacciones para impulsar la innovación.
Ello incluye permitir la interacción entre diversos grupos, periodistas, técnicos y otros que el estudio denomina “tribus”.
“Para fomentar la innovación y la transformación… las organizaciones necesitan potenciar y motivar a sus tribus”, destaca el informe.
Para el director adjunto de la API Jeff Sonderman, las empresas deberían, en vez de “invertir mucho tiempo y mucho dinero en un gran intento de crear algo nuevo, optar por un experimento en pequeña escala y progresivo”, como las startups.
A pesar de la espiral descendente de la última década, Sonderman visualiza algunas señales positivas.
“Vemos señales de que aquéllos que están rodeados del entorno adecuado y el liderazgo correcto están empezando a estabilizarse e incluso a crecer en algunas áreas”, aseguró.