Hace un año, Blendle llamó la atención de los medios que se encontraban en plena transición digital al idear un servicio de pago por artículo que venía a sustituir al paywall y daba un giro de 180 grados al concepto de quiosco digital. Ahora, la mayor compañía de pagos online de Suecia extiende su sistema de pagos a un sector como el de la prensa para facilitar la compra de artículos individuales con tan solo un clic y sin necesidad de rellenar los datos cada vez. ¿Estamos ante el modelo de negocio definitivo que salve a los medios online?
La empresa de pagos online sueca Klarna, valorada en más de 1.000 millones de dólares, ha desarrollado una herramienta con la que pueden ayudar a los medios a realizar la transición digital y monetizar sus contenidos, informa “Business Insider”. La compañía fue fundada en 2005 y construyó su negocio en torno a la idea de dejar el pago hasta después de haber realizado la compra online, en lugar de antes. Además, una vez que has rellenado los datos por primera vez, el ordenador o dispositivo móvil los recuerda para próximas compras, que solo requerirán de un clic para iniciar el proceso.
Klarna piensa que su tecnología les será muy útil a los periódicos tradicionales porque facilita a sus lectores la compra online de sus informaciones. Por el momento, ha comenzado a trabajar con el gigante de los medios Bonnier AB, propietario del principal diario de Suecia, el “Dagens Nyheter”, para posibilitar que su audiencia pueda comprar de forma rápida y sencilla pases diarios a su web por 1 euro y artículos individuales por pequeñas sumas.
Este sistema ya está siendo probado con éxito en Holanda por la startup Blendle, empresa en la que han invertido Axel Springer y “The New York Times” y que permite realizar micropagos para leer artículos de los medios asociados. Desde Klarna quieren diferenciarse de su rival asegurando que ese tipo de servicios requieren descargarse una aplicación o registrarse “y la gente no quiere hacer eso”.
Klarna tiene previsto poner su herramienta a disposición de medios de EE UU y Reino Unido de forma inminente, ya que considera que sus sistema puede contribuir a salvar la industria periodística.