El hundimiento de los ingresos de los medios tradicionales en papel en prácticamente todos los mercados avanzados de EE UU y Europa está empobreciendo a ojos vista la calidad de la información que se difunde. Este vacío se está llenando en muchos casos con información tendenciosa, intencionada, de baja calidad, en un fenómeno que se extiende por todo el mundo y puede ser letal para la democracia y las libertades.
Rusia es el ejemplo más claro de un país que está empleando importantes medios para tejer una red de propaganda, tratando de explicar al mundo sus puntos de vista e incluyendo información claramente tendenciosa. “Russia Today”, el principal medio de propaganda del Kremlin en el exterior, se está reforzando no solamente en Europa, sino que extiende sus tentáculos por los países de Oriente Medio. Su cadena local de televisión RT Arabic ya forma parte de las tres grande redes de televisión en la zona, colocándose al lado de Al-Arabiya y Al-Jazira. RT Arabic ha multiplicado su audiencia por 26 desde el 2009 y ya atrae a una media de 6,3 millones de visitantes únicos mensuales. RT Arabic es hoy más popular que las tres cadenas extranjeras que emiten en la zona: Deutsche Welle, France 24 y la china CCTV.
En Europa, la influencia de la propaganda rusa se extiende especialmente por los países de la antigua órbita de la URSS. Decenas de webs de información profesional abiertamente prorrusas han aparecido en la República Checa, Hungría, Eslovaquia y Bulgaria, informa el diario británico “The Guardian”. http://www.theguardian.com/world/2015/apr/25/us-set-to-revive-propaganda-war-as-putin-pr-machine-undermines-baltic-states Estos sitios, según se afirma desde EE UU, están apoyados por un pequeño ejército de trolls y de empresas de consultoría pagadas por Moscú. Letonia, que tiene en su territorio la más importante minoría rusófona de la UE, ha propuesto el establecimiento de una cadena de televisión en ruso destinada a todos los países bálticos. Estonia ha anunciado que lanzará su propia cadena en ruso dentro de este mismo año. El Reino Unido, Alemania y Dinamarca, defienden que la UE debe sostener financieramente los medios informativos independientes en lengua rusa. En EE UU hay una creciente presión para resucitar e impulsar “La Voz de América”. Pero muchos argumentan que este medio, que fue básico en la contrapropaganda americana durante la Guerra Fría, no es hoy día idóneo para desempeñar este papel.
La agencia federal americana BBG (Broadcasting Board of Governors) advierte en un comunicado que Rusia “ha establecido un mecanismo de desinformación a escala planetaria”, cuyo “objetivo no es convencer según el modelo diplomático clásico, sino sembrar la discordia con golpes de teorías de complot y de mentiras”. Para el próximo año presupuestario que comienza el próximo 1 de octubre, la BBG va a consagrar 15,6 millones de dólares a la lucha mediática contra la “Rusia revanchista”. Para el año 2016, la BBG ha pedido al Congreso americano un presupuesto de 751 millones de dólares para la lucha mediática no solo contra Rusia, sino también contra el fundamentalismo del Estado Islámico. Sin embargo, numerosas voces en Occidente consideran que hay que establecer nuevos medios de información, una respuesta asimétrica al desafío con el que se encuentran. Occidente no quiere proponer simplemente una visión alternativa, sino demostrar que la propaganda rusa miente y propone una visión falsa de la realidad. En ese sentido, los medios europeos tales como Deutsche Welle y el americano Radio Liberty están claramente en desventaja frente al desafío que supone “Russia Today”.
Otro frente es el creciente aparato de propaganda del Estado Islámico y los diversos fundamentalismos religiosos. El Centro de Comunicaciones Antiterroristas Estratégico (CSCC) del Ministerio americano de Asuntos Exteriores es el encargado de luchar contra la creciente propaganda yihadista en Internet.
China es otro vector importante de propaganda y desinformación. Los institutos Confucius, equivalentes de los institutos Goethe, el British Council, la Alliance Française y el Insituto Cervantes de España, están en plena expansión y hoy día tienen 475 centros activos repartidos en 125 países. Con frecuencia, los institutos Confucius han sido acusados de estar sometidos a un fuerte intervencionismo ideológico por parte del gobierno chino, hasta el punto en que la Asociación Americana de Profesores de Universidad ha solicitado el cierre de los institutos Confucius en EE UU.
Estamos pues ante una nueva frontera de guerra mediática, que con frecuencia sustituye a los conflictos armados, que aprovecha además la menguante calidad de la información occidental por la crisis que atraviesan los medios tradicionales como resultado de la irrupción digital.