Buenos Aires presume de tener el primer café de la región que se puede pagar con la moneda virtual.
No podía ser menos. Los argentinos conocieron todo tipo de monedas: pesos, pesos argentinos, pesos ley 18.188, el austral, vuelta al peso; y bonos de lo más variados y adaptados a todos los gustos. Quizás los Patacones fueron los más famosos, pero no los únicos. Incluso se llegó al extremo de utilizar billetes cuyo valor no era el que figuraba junto al rostro de San Martín o Belgrano, sino un sello, puesto por los cajeros – sí, así, a mano, y con la manga de la camisa remangada -, que quitaban o agregaban ceros al valor impreso, según la devaluación de turno, o la hiperinflación ídem.
Así fue, como entre otras cosas, los argentinos se convirtieron en grandes matemáticos: en cuestión de segundos podían convertir el viejo valor, o la vieja moneda, o lo que sea, en el importe del momento, como si la antigua moneda jamás hubiese existido.
Con estos antecedentes tenía que suceder lo que finalmente sucedió: hoy Buenos Aires presume de contar con el primer bar que permite pagar con bitcoins.
En efecto, si usted pasa por la calle Uruguay, en pleno centro porteño, y tiene ganas de tomarse un café pero no cuenta con efectivo, llegue hasta el número 953 y se encontrará con Bitcoffee. Pida su café con medialunas – como manda la tradición - y pague con su móvil u ordenador. Y si no tiene bitcoins no se preocupe: en Bitcoffee podrá cargarlos.
Lo cierto es que el experimento pronto se convirtió en un verdadero éxito. No tanto por la cantidad de clientes que pagan con la moneda virtual, sino porque resultó una acción de marketing formidable. Los amantes de la tecnología encuentran en Bitcoffee su reducto amigable combinando Google con café.
De los Patacones a los bitcoins, difícil superar semejante evolución.