La compañía Brastrading, responsable del servicio, junto con proveedores de señal satelital, estima para dentro de tres meses su entrada en vigor. Los países del resto de la región deberán esperar hasta 2017. El coste por avión rondará los 400 mil dólares, mientras que el pasajero deberá pagar unos seis dólares.
América Latina se sube a la nube, pero no a la que almacena datos, sino a otra más real, la que está en el cielo. Y lo hace a través de Internet. En efecto, como ya sucede en Estados Unidos, las aerolíneas que surcan el espacio brasileño, uruguayo, y parte del argentino, darán, en un plazo estimado de tres meses, servicio de Internet a bordo. Se estima que para 2017 la posibilidad de conectarse a la Red mientras se está volando será posible en toda la región.
La empresa Brastrading, de enorme peso en el negocio de la distribución de infraestructura de telecomunicaciones en América Latina, lidera la gestión de este proyecto. Brastrading cerró distintos acuerdos con proveedores de señal satelital para dar cobertura de conectividad a la región.
Wagner Moura, presidente y CEO de Brastrading, explicó a la prensa los motivos que los llevaron a decantarse por la tecnología satelital. De acuerdo a Moura, los costes de instalación de cables de fibra óptica en América Latina son muy altos, y el tiempo es aún mayor. “Por eso la solución de la banda ancha satelital es mucho más favorable, en términos de precio y eficiencia, pues proporciona una navegación muy rápida e ilimitada”, explicó el directivo. De hecho, el coste por avión rondará los 400 mil dólares, una cifra baja según Moura. En cuanto al usuario, lo que éste deberá pagar para conectarse depende de cada aerolínea, que puede incluirlo en el precio de pasaje o cobrarlo como un extra. Si los números de Moura son correctos, cada pasajero deberá abonar por este servicio unos seis dólares.
“Sin lugar a dudas, el tener conectividad en el aire, a costo razonable, se convertirá en un gran diferenciador para los pasajeros en el momento de escoger la aerolínea”, argumentó el empresario.
Lo cierto es que este servicio de conectividad aérea permitirá a los pasajeros permanecer en línea durante todo el vuelo. Y a diferencia de lo que sucede en otros lugares del mundo, donde la conexión es lenta y está limitada a mensajería y a algún juego en línea, se podrá hacer streaming de video y también videollamadas.
Moura también aseguró que América Latina será la segunda región del planeta, después de Estados Unidos, en usar este tipo de tecnología para la aviación comercial.
Con todo, muchos no pueden dejar de preguntarse sobre el riesgo que podría acarrear a la nave que una gran cantidad de pasajeros se conecten a al mismo tiempo. En este sentido, Moura destacó que el riesgo es inexistente. “No hay ningún problema. Simplemente, las personas tendrían que tener sus audífonos en todo momento, para no molestar a los otros pasajeros a la hora de tener una videoconferencia, por ejemplo”, aclaró.
Ya sabe, si dentro de tres meses si vuela a Brasil, Uruguay o Argentina, no deje en casa los audífonos. Su vecino de asiento se lo agradecerá.