El emblemático periódico económico finalmente pasó a manos de Cristóbal López, un empresario de comprobada fidelidad al Ejecutivo argentino.
Ya desde el segundo semestre del año pasado, Orlando Vignati, hasta hace unas horas principal accionista de Amfin, sociedad que adquiriera a los herederos de Julio Ramos, fundador del periódico económico Ámbito Financiero, le estaba dando vueltas a la venta de la sociedad que, además de Ámbito Financiero, controla, a través de SA The Buenos Aires Herald, la publicación homónima, dirigida al público de habla inglesa, y de enorme prestigio ganado en los años duros de la dictadura militar. Y nuevamente en boca de todos por el caso Nisman, ya que el periodista, hoy exiliado en Israel, que diera la primicia de la muerte del fiscal era redactor del “Herald”.
Lo cierto es que ambas sociedades de Vignati se convirtieron en importantes receptores de la pauta oficial con 8, 54 millones de pesos (1,274 millón de euros) en 2010, hasta alcanzar los casi nueve millones de pesos (1,347 millón de euros) en el primer semestre de 2012. Estas cifras lo que dicen es que en los primeros seis meses del año pasado recibió 145% más que en el idéntico lapso del año anterior, sin que las ventas hubieran registrado un crecimiento similar.
En septiembre del año pasado, Vignati negociaba con los hermanos Olmos la venta de Ámbito Financiero. Raúl y Alejandro Olmos son los propietarios del Grupo Olmos, holding que controla el periódico Buenos Aires Económico (BAE), y la señal de televisión Crónica TV, ambos medios operan bajo la órbita del kirchnerismo, y por tanto, beneficiados de una importante tajada de la pauta oficial.
Ahora, según publica Paper & Papers, el Grupo Indalo, también muy cercano al Ejecutivo argentino, compró el 60% de Amfin. Indalo pertenece al empresario del juego, y también kirchnerista, Cristóbal López. El sitio explica que los negocios de López dependen de sus vínculos con el poder y cuantas más concesiones consigue, más necesita probar su fidelidad y aumentar sus contraprestaciones. “Para López los medios de comunicación no son un negocio sino una ofrenda al poder político”, asegura Paper & Papers.