El periódico más valorado del país, antes de su venta a un grupo cercano al chavismo, condiciona a los periodistas que siguen el sector petrolero.
Nicolás Maduro tiene mala suerte. El presidente de Venezuela carece por completo del carisma de su antecesor, el fallecido Hugo Chávez. Tampoco cuenta con los precios del petróleo que el fundador del chavismo disfrutó y distribuyó a favor de su proyecto político. En rigor, los valores de la principal fuente de ingresos de Venezuela están en precios mínimos, que hasta el momento muestran una caída del 40%. La casa se agrieta peligrosamente. Todos lo ven, pero si se disimulan con maquillaje mejor. Y en eso está el otrora periódico de referencia del país, El Universal, que desde que fue adquirido por Epalisticia, un desconocido grupo español, defiende las políticas del chavismo como el que más.
¿Y cómo se maquilla una realidad que los ciudadanos conocen muy bien por padecerla en su día a día? Con eufemismos, técnica muy empleada por los gobiernos europeos para negar la política de recortes que están llevando a cabo – y con pésimos resultados – desde que comenzara la crisis. Un claro ejemplo es el Ejecutivo de Mariano Rajoy que llama “reformas” a los recortes en servicios sociales y derechos laborales y ciudadanos que está llevando a cabo. A Maduro, como a su líder muerto, no le gusta la actual Administración española; pero, no todo lo que viene de España es malo. Al menos eso parece si se tiene en cuenta las directivas que reciben los periodistas que cubren el sector petrolero en El Universal.
Veamos. Las pizarras de los parqués informan que el precio del petróleo venezolano pasó de 96 dólares por barril a poco menos de 60 dólares desde comienzos de año. Las pizarras tienen la horrible e incómoda costumbre de reflejar la realidad, pero hoy son cada vez más los gobiernos que prefieren jugar con los términos para, al menos, amortiguar las malas noticias. Así, los periodistas de El Universal en vez de decir que el precio del barril de crudo venezolano "se cayó” a 57 dólares el barril, deben escribir que el precio "se ubicó" en 57 dólares, señaló al Comité para la Protección para los Periodistas (CPJ) Mayela Armas, una reportera de la sección de Economía que ingresó al periódico hace 15 años.
Lejos quedaron los tiempos en que El Universal no sólo era el azote de la Administración Maduro, sino también un acérrimo crítico de la gestión pública de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela.
CPJ, que describe los avatares del periódico, subraya es que si bien El Universal no publica sus cifras de circulación, desde la venta de julio la tasa de devolución de los ejemplares no vendidos se incrementó del 12% a aproximadamente el 25%, según Eugenio Martínez, periodista del diario encargado de la cobertura de las elecciones. Martínez añadió que El Universal perdió unos 250 mil seguidores de Twitter, aunque todavía tiene más de tres millones.
Quizás también a estas cifras habrá que maquillar en el futuro.