Mucho se ha hablado del escaso impacto que tiene la publicidad display. Pero lo cierto es que el problema no solo es que los usuarios no hagan clic sobre los anuncios, sino que además muchos de ellos aparecen fuera del área visible de la página web. Los anunciantes cada vez se cuestionan más su inversión en medios y optan por pagar solo si la publicidad verdaderamente se encuentra a la vista de los internautas.
La capacidad de la industria para ofrecer a los anunciantes el servicio por el que están pagando ya estaba siendo puesta en duda por culpa, entre otros, del fraude de clics. Pero un reciente estudio de Google en el que se han recopilado datos de sus diferentes plataformas de visualización de anuncios, acabará por dar la razón a los más críticos.
En su informe sobre la visibilidad de la publicidad, Google determina que el 56,1% de los anuncios online nunca llega a ser visto por los usuarios. Un anuncio se considera visible cuando el 50% de los píxeles permanecen en la pantalla al menos durante un segundo, según los estándares IAB. Hay que señalar que es un pequeño número de editores el que cuenta con una mayor cantidad de anuncios no visibles. La tasa promedio de visibilidad es del 50,2%.
En cuanto a qué tipo de anuncios son más visibles, se ha detectado que los que quedan justo en la zona inferior de la pantalla (que no de la página), son los más efectivos, en vez de los que están en la parte superior; los verticales frente a los horizontales y las webs en las que hay contenidos relacionados con el entretenimiento antes que de noticias.
Kellogg's ha sido una de las primeras marcas que ha podido comprobar la importancia de hacer visible un anuncio, registrando un alza del 75% en las ventas al aumentar la tasa de visibilidad un 40%, informa “The Drum”.