El extenso informe del Centro de Investigación Pew que publicamos en una noticia en el apartado de tecnología muestra cómo las próximas conexiones de 1.000 megabits de información por segundo, que ya empiezan a estar disponibles en algunas zonas del mundo, van a cambiar nuestras vidas en muchos aspectos. Pero, ¿cómo será el periodismo con conectividad total?
La conexión gigabit supone multiplicar por 50 o 100 el promedio de conexión fija de alta velocidad actual en los países desarrollados. Las consecuencias de este ancho de banda, que no se podía imaginar hace 25 años cuando nacen las conexiones a Internet, se unen otra serie de factores que convergen en lo que algunos llaman el gran tsunami de la hiperconectividad. Veamos algunas de estas circunstancias convergentes:
-Según el informe “Ericsson Mobility Report” del pasado mes de noviembre, a finales del 2019 la hiperconectividad habrá explotado y alcanzará prácticamente todos los rincones del planeta.
-Al cierre del año pasado, se llegó a los 6.800 millones de suscripciones móviles, con lo que debemos estar a punto de alcanzar el número de habitantes en el planeta (unos 7.150 millones).
-A finales del año pasado había algo más de 2.700 millones de personas conectadas a Internet, más del 40% de la población mundial, pero con los planes de Google, Facebook, y otras instituciones dedicadas a la alta tecnología, la práctica totalidad de los seres humanos tendrán acceso a Internet antes del 2020.
-Antes del 2019 el tráfico de datos móviles se multiplicará por 10 en todo el mundo y el tráfico de vídeo superará el 50% del total. El vídeo se habrá convertido en el primer lenguaje de comunicación del mundo.
-A esto hay que añadirle el Internet de las Cosas, que conectará prácticamente a todos los objetos que nos rodean. La tecnología de “llevar puesta” de la que las Google Glass o los relojes inteligentes son solo un primer paso, se habrá interiorizado en el propio cuerpo humano.
La educación, el teletrabajo, las instituciones gubernamentales y el entretenimiento serán totalmente transformados por el tsunami de la hiperconectividad y, evidentemente, el periodismo y los medios de comunicación. Los medios hiperconectados no tendrán nada que ver con los medios actuales. Las redacciones virtuales se generalizarán y se externalizarán de manera sistemática. El suministro de información se personalizará para las necesidades y el contexto de cada persona en cada situación. Se facilitará la información más útil y crítica de manera altamente personalizada en cada contexto o cada situación. El ámbito de intereses de cada persona podrá aplicarse al periodismo. La realidad virtual será un elemento clave en este nuevo horizonte. El grupo norteamericano de medios Gannett ha comenzado a experimentar en este sentido utilizando el visor de realidad virtual Oculus Rift.
La gente hiperconectada compartirá sus experiencias en redes sociales muy especializadas. Todo el mundo será de esta forma un medio de comunicación y una fuente de noticias. Pero los periodistas serán más necesarios que nunca para filtrar el tsunami informativo y para aplicar herramientas profesionales a lo que la gente desea recibir en cada momento.
Clark Sept, cofundador y director de Business Place Strategies, escribe: “una app clave será el “asistente de información personal”, una herramienta digital que filtrará toda la información entrante a la medida de los intereses de cada receptor”.