La Afsca rechazó la propuesta del holding para desinvertir. Ahora aplicará un artículo de la norma sancionada en 2009 para licitar la mayoría de las señales
Los peores temores que durante estos últimos años fueron acumulando los dueños del Grupo Clarín desde que el Gobierno inició la embestida contra el holding para desguazar sus activos se terminaron de hacer carne ayer, afirma El Cronista.
El kirchnerismo, a través de Martín Sabbatella, salió a anunciar que va a encarar el proceso de adecuación de oficio del grupo a la Ley de Medios. Con una batería de acusaciones, denuncias de maniobras "para burlar la ley" y cuestionamientos al plan presentado por Clarín hace ya más de un año, el titular de la Afsca decidió dar por finalizado los plazos de análisis de la adecuación voluntaria. En otras palabras y después de algunos meses de impasse, las declaraciones del ex intendente de Morón significan que a partir de ahora será el Gobierno el que decida quiénes serán los nuevos propietarios de la mayoría de los activos todavía en manos del grupo.
Ocurre que la adecuación de oficio le da facultades al Estado para ponerle el cartel de venta a las señales radiales y de televisión, tanto abierta como paga, en manos de Clarín de menor valuación e iniciar una etapa de remate de estos medios. Lo hará respetando la división en seis unidades que el holding dueño de Cablevisión había propuesto para encolumnarse detrás de la norma sancionada por el Congreso en octubre de 2009. Las dos principales unidades son la Unidad 1, en la que quedaban concentrados las principales empresas de contenidos, y la Unidad 2, con núcleo en la mayor parte de las operaciones de Cablevisión-Fibertel.
De esta forma, ahora se iniciará un plazo que se supone será sumamente largo pero que derivará en un llamado para licitar, por ejemplo, Radio Mitre, Canal 13, TN y FM 100. También, concursar todas las señales de cable agrupadas en la Unidad 3 como Canal 13 Satelital, Magazine, Volver, TyC Sports. También concesionará varias FM en las ciudades de Tucumán, Bariloche, Bahía Blanca y Santa Fe, que forman parte de la Unidad 4. Clarín había cerrado un acuerdo con un grupo extranjero para vender las dos unidades, operación que ahora queda en la nada. En este proceso ,el grupo solamente podrá mantener bajo su órbita la Unidad 2 donde se encuentra el grueso de las operaciones de Cablevisión y Fibertel y la señal de cable Metro, por ser la de mayor valuación.
Los tiempos de cambio de propietarios de todos estos medios no serán cortos. Una vez que la Afsca notifique el inicio de la adecuación de oficio, Clarín tendrá 15 días para para reconocer la titularidad de los medios a rematar. Luego, habrá un período de tasación y de elaboración de los pliegos y un tiempo para el llamado a concurso público y la elección de los ganadores de cada licitación.
Teniendo en cuenta que Clarín apelará la decisión en todos los ámbitos legales y administrativos posibles, a partir de ahora se reflotará la guerra entre el grupo y el kirchnerismo y que el traspaso de todos estos medios no se dará de forma inmediata. Incluso, hay quienes dudan de que se pueda concretar durante este gobierno.
Ayer, Sabbatella trató el tema en la reunión de directorio de la Afsca sin haber incluido la decisión de rechazar el plan de Clarín en el orden del día. Y para respaldar su embestida, argumentó durante una conferencia de prensa que brindó por la mañana que había encontrado maniobras sospechosas en los nombres de quienes Clarín propuso como accionistas de las unidades 1 y 2. Dijo que había apellidos, incluidos de familiares de Héctor Magnetto y Ernestina Herrera de Noble, "que se repiten en las empresas que el Grupo presentó para conformar las dos unidades".
"Encontramos que los integrantes de Spencer, de Saénz Valiente y Asociados, y Bienes Raíces de la Patagonia, entre otros, son los mismos apellidos y son socios entre ellos", denunció Sabbatella. "Esto es una gran burla, un intento de hacer trampa para no ajustarse a derecho. No quieren perder su posición dominante que tanto daño le hizo a la sociedad".
El funcionario kirchnerista también denunció que existen "ventas ficticias que hacían que no estuviera garantizada la independencia de las empresas".