Puede sonar rimbombante el título de mi Blog de hoy, pero es acertado y voy a demostrarlo.
Estamos saliendo (eso nos dicen un día sí y otro también) de una crisis que lleva siete años. Los grandes números (la macroeconomía) aún no ha llegado al bolsillo, o sea a Ud. Pero lo más negativo de este impacto es que le convierte en una persona con miedo, desconfianza, algo insegura porque no se fía de lo que va a ocurrir ni de lo que le están prometiendo (gobierno), lo que genera un sentimiento que es una mezcla de perplejidad e inseguridad, ante tanta adversidad y cosas que no puede controlar. Aflora con toda su intensidad ese miedo que Ud. jamás pensó iba a tener.
Una “receta” sencilla para poder neutralizar esta circunstancia por la que atraviesan millones de personas, es saber utilizar la herramienta de la creatividad. Porque el miedo está ahí, silencioso, incluso aunque tengan trabajo, las cosas les vayan razonablemente bien y alberguen un futuro. Porque aún formando parte de este colectivo, ven en derredor lo que sucede a otras personas de su clase y condición, lo que les provoca alarma e inseguridad.
En la filosofía oriental la forma de enfrentar la crisis tiene dos componentes: el que sea considerada como un peligro al que enfrentarse; la que cree que el nuevo desafío es una oportunidad. Para poder enfrentarse a éste, requieren una dosis de innovación y creatividad. Pensar las cosas desde otro punto de vista, lo que técnicamente llamamos “ángulo de miras”.
Algo que hasta hoy vemos de determinada manera, hacer el esfuerzo de pensarlo (el problema, la decisión, etc.) desde ese otro ángulo que jamás habíamos pensado. Lo que también llamamos “pensamiento alternativo”, que no es ni más ni menos que el que nos nutre de las herramientas (diferentes o iguales pero usadas de forma distinta) para afrontar esa oportunidad (desafío) que a la generalidad de la gente paraliza.
El miedo no sólo puede paralizar a un persona, sino también a una organización, porque son personas las que toman decisiones e implementan las acciones.
Peter Drucker lo dice con su clarividencia habitual: “La empresa que no innova va madurando pero inicia un declive. Y en un período de cambio acelerado como el actual, ese declive será rápido”. O sea que está condenada a desaparecer del mercado.
En el reinicio o salida de una crisis todo es posible. La gente se queda paralizada por el miedo. Se produce inmovilismo. Se aferran a los métodos convencionales y ya conocidos, los “Tried and true methods”, pero no es garantía suficiente de que se va a poder salir de esa parálisis que inhibe la acción.
Pero los que son líderes natos y que tienen la experiencia de haber sido supervivientes en situaciones similares, sí saben lo que hay que hacer. No hay duda que en algún momento siempre aparece un líder. A veces, el que menos se espera que asuma ese papel. Especialmente se ve en catástrofes, cuando los que han salvado más vidas eran personas comunes.
Lo primero que hacen estos líderes que surgen ante la parálisis generalizada del resto, es dejar el miedo a un lado. Olvidarse de las viejas recetas y darle un giro a la organización para que fluya la creatividad y la innovación.
La importancia del Pensamiento Creativo y el debate abierto de ideas
Fijémonos en cómo funciona la creatividad en el pensamiento chino:
El líder exitoso siente la necesidad de buscar siempre los opuestos en cada cosa o en cada acción. El líder sabio sabe cómo ser creativo, porque en vez de liderar, él sabe seguir. En vez de prosperar, el líder sabio aprende a vivir con humildad.
Pero lo importante de esta filosofía es que no busca el equilibro, sino la armonía de la persona con su mundo. Porque resulta que es la interacción con los demás la que convierte el pensamiento y las acciones en creativas. Buscar esa armonía es acomodar el entorno, desde lo más simple (como el hábitat en el cual trabajamos) hasta los aspectos más complejos, como las relaciones interpersonales desde nuestro puesto con la dirección y entre diferentes equipos.
Cambia, reforma o adapta tu espacio. Haz de tu entorno algo dinámico no estático
Una de los métodos más fáciles, económicos y poderosos para cambiar la forma en que piensan las personas, es cambiar los ESTÍMULOS, tanto físicos como sociales, que las rodean. Algo tan simple como poner en el escritorio “NUEVAS IDEAS SON BIENVENIDAS AQUÍ” o como una directora de departamento de una compañía de seguros americana puso un poster con el dibujo de una persona sonriendo (caricatura) con la leyenda que decía “menú del día”, como la forma de adecuar y cambiar ese ambiente hostil a uno típico de wellbeing.
Toda nuestra conducta se ha medido a lo largo de la vida por opuestos
Nos referimos a bueno-malo, positivo- negativo, etc. ¿Cómo puede la creatividad revertir este mecanismo de opuestos?
Existe un “método del reverso”, cuya metodología es cambiando el aspecto positivo por el negativo. Es la búsqueda de una nueva perspectiva.
Si estamos hablando de nuestros clientes, hagamos la siguiente composición de lugar: pensemos de qué forma podemos hacer peor nuestro trabajo. Pero a continuación, volvamos a convertir en positivos nuestros pensamientos y reflexiones negativas anteriores. Veremos que inmediatamente se nos abrirá un escenario que no lo podíamos haber visto antes, porque hemos forzado el surgimiento de nuevos desafíos, planteamientos, soluciones, inquietudes, etc.
Tanto la adaptación del entorno como la adecuación de nuestros pensamientos en función de la innovación y la creatividad, nos permitirán controlar mejor nuestra vida. Que no será sencillo hacerlo y decir controlo mi vida al 100% (sería falso), pero al menos, poder controlar lo más importante: esos sentimientos que nos dan la sensación de inseguridad y derrota por los de que es posible el cambio y que vamos a lograr salir de la situación de inmovilismo en la que nos encontramos.