Se ha desatado un batalla de gigantes por dominar la oferta de televisión de pago en el mundo, con cifras en que parecen desproporcionadas con la talla y la facturación real de las empresas en el tablero. Es un juego estratégico por el futuro y el que está apostando más fuerte, por ahora, es un octogenario australiano que acaba de divorciarse de su joven esposa china, al parecer por un asunto de cuernos.
Rupert Murdoch, 83 años y con un pasado cáncer de próstata, al que su padre dejó dos diarios australianos más bien en ruinas, puso sobre la mesa 80.000 millones de dólares hace unos días para comprar Time Warner, un gigante de le TV y el cine, que posee entre otras empresas Turner Broadcasting (con la CNN creada por Ted Turner, su odiado enemigo que le ha llamado en público "Adolf Hitler"). Pero no fueron suficientes y la oferta fue rechazada por el Consejo de la empresa envidada. Todos los que conocen a "Rupe" afirman categóricos que este no es el final de la historia.
Murdoch es un magnate ultraconservador que ha edificado el mayor imperio planetario de medios de comunicación y entretenimiento a base de adquisiciones con dinero prestado. Su crédito parece no tener fondo, incluso después de obligar a sus acreedores a condonar y reestructurar una parte de su abultada deuda. Hay que quitarse el sombrero. Sus métodos a veces un tanto filibusteros le han llevado recientemente a compadecer ante una comisión del Parlamento británico, que le acosó a comprometidas preguntas, tarta de merengue incluida (hábilmente parada por su tigresa china).
Ahora resulta que el nuevo Eldorado está en las series de TV por capítulos que realizan como nadie los americanos y que tiene embobados a media humanidad (la otra media no tiene conexión, pero la tendrán). Las empresas que han dado con esa mina de oro se cotizan a precios desorbitados, pues también han puesto el ojo en ellas los gigantes de las telecos, acuciados por los nuevos amos del mundo, los Google, Amazon, Facebook, etc., que se las han ingeniado para cabalgarlas sin pagar. Todos quieren a empresas como la mencionada Time Warner, HBO (dueña de "Juego de Tronos" o "The Wire"), 21st Century Fox, Cartoon Network, etc. Y luego están los derechos de retrasmisión de deportes, otra mina de diamantes a precios disparatados, donde Murdoch también reina con Fox Sports, MyNetworkTV y otras.
Luego están otras jugadas en liza, muchas más. Citaremos, por ejemplo, que el australiano también prepara una jugada maestra en Europa, ( veasé otra información de Mirian Garcimartin al respecto) comprando, vendiendo y fusionando cadenas de TV de pago y así formar Sky Europe, la ganadora. Hace días, su participada BSkyB ingresó 610 millones de euros por su porcentaje en ITV, vendido a Liberty Global. Seguramente va a tener dinero para subir su apuesta para hacerse con Time Warner. Murdoch siempre tiene el dinero necesario. Ese es su juego, subir las apuestas para quedarse sin rivales que puedan seguirle. En la estategia global de las medias, "big is beautiful". Y él es quien la tiene más grande.
El futuro de la TV está en poder ver lo que queramos cuando queramos, en la pantalla que queramos en cada momento, por un tanto fijo al mes, que pago a una única plataforma. Por ejemplo, ver tres capítulos de "Juego de Tronos" seguidos en mi superpantalla alta definición de mi casa un sábado por la noche. Eso ya está listo, quien domine, tendrá el Trono, como decimos en otra información que incluimos más adelante. Este es el posible panorama: un fijo al mes por mi conexión a la Red más la TV inteligente, otro por poder tener toda la información que prefiera, a la carta, de cualquier cabecera o medio y otra para todos los libros "Unlimited". ¿Y por qué no una sola para todo?