El jueves 10 de julio se pusieron en órbita en la Guayana Francesa cuatro satélites de comunicaciones, que se unen a otros cuatro ya en el espacio. A finales de año podría empezar a dar servicio el proyecto O3b (Other three billon) para dar acceso a Internet de alta velocidad a otros 3.000 millones de personas. En los próximo años la humanidad va a dar un salto de gigante con lo que algunos llaman la Ubernet o la conexión total. La industria de las noticias va a mutar el concepto mismo de información. El postperiodismo llama a la puerta.
Quien siga haciendo los periódicos como siempre, los que hacen la radio o los telediarios, deben mirarse al espejo del cambio y es posible que no vean nada, porque están muertos y no lo saben. Solo los cambios radicales tiene posibilidades de sobrevivir al mundo que viene, en el que la gente ya no se informa de lo que pasa en los medios, sino en las redes digitales. Hay 2.800 millones de personas activas en las redes sociales y Google y Facebook tiene planes también para la conexión total (Google Loom), no solo de las personas, sino también de las cosas. IBM lo sabe. Cisco la sabe: al menos habrá 50.000 millones de dispositivos conectados en 2020.No es un progreso, es una mutación.
Veamos algunas pinceladas del mundo futuro que ya está entre nosotros:
-Los datos son la materia prima de la economía global digitalizada. Todo el sistema económico se desmaterializa y se deslocaliza. Se van a crear mercados globalizados por sectores, donde vendedores y compradores se encuentran en vastos espacios digitales sin fronteras. Nuevas empresas gigantes se crearán para atender estos nuevos modelos de gestión de datos. La robótica avanzada tendrá aquí un papel destacado.
-Las empresas de información serán multimedia, multipantallas y participativas, plataformas unidas a las telecos, que crearán marcas fuertes, fiables, capaces de desencriptar el cúmulo avasallador del dato y la noticia diaria, para hacer entender el mundo, el cambio perpetuo, la discontinuidad, capaz de dar sentido al griterío digital. Esas marcas tendrán no solo periodistas, sino postperiodistas, una nueva profesión de contadores de historias en realidad ampliada, organizadores del caos, asistidos por un ejército de expertos externos pagados a la pieza. Será la información "Freemium".
-La inteligencia artificial seguirá al usuario en todo su recorrido y le suministrará una publicidad personalizada, el modelo "Ad Exchange" llevado a sus últimas consecuencias. Por un fijo mensual nos suscribiremos no a un medio sino a un conjunto de informaciones de nuestro interés, a una TV conectada que nos dará acontecimientos en directo, Ficción Premium, o programas hiperespecializados.
-Los periódicos del día de ayer no valen más. Ahora lo llaman periodismo forense o de cadáveres. Ahora tenemos que hacer el periódico del día después. La prospectiva es la base de los nuevos productos, para lectores bien informados, contenidos postelevisión, postradio, postonline, postredes sociales...
-Toda la información está en la Red. La noticia exclusiva deja de existir al instante al ser replicada y multiplicada. El foco debe ponerse en la información clarificadora, que reúna los fragmentos dispersos en infinidad de datos para dar sentido a lo que realmente está pasando. De la noticia al significado. Del periodismo al postperiodismo.