Kofi Annan, entonces secretario general de Naciones Unidas, dijo una vez que probablemente era el mayor regalo que los ingleses habían hecho nunca al mundo. No se refería ni a su idioma, ni a su cultura ni, por supuesto, al té de las cinco. Pero sí que tiene cada día una cita ineludible a esa hora, en la que termina su repaso a las noticias financieras y empieza el boletín horario. El Servicio Mundial de la BBC es, efectivamente, un regalo que el Reino Unido hacía al mundo.
Es la emisora internacional sin duda más influyente. No solo por la cifra, doscientos millones, de personas que la escuchan cada semana. También porque entre ellos se encuentra gran parte de los líderes políticos y sociales de cada país. La BBC es, efectivamente, además de uno de los principales activos de la imagen exterior de Bran Bretaña, un regalo que le hace al mundo. Pero un regalo que le sale muy caro.
El jueves pasado anunció a su personal próximos despidos para ahorrar mil millones de euros en dos años. El director de informativos y actualidad, James Harding, envió un mail a toda la redacción anunciando los recortes: "Siento decir que no hay escapatoria al hecho de que probablemente habrá un número significativo de despidos; la mayor parte de nuestros costes están asociados al personal, por lo que hay poco margen para hacer grandes ahorros en otras áreas".
Harding no dio cifras, aunque decía que en julio detallaría más el plan. Un portavoz de la cadena aclaró que los despidos son imprescindibles para lograr "un ahorro anual de 800 millones de libras [unos mil millones de euros] entre 2016 y 2017". Quien sí cuantificó el número de despidos fue el Sindicato Nacional de Periodistas: "Recortar 500 empleos en áreas que ya están muy estiradas, donde el personal padece niveles inaceptables de estrés y presión y donde hay un ambiente laboral de acoso rampante es totalmente inaceptable y perjudicará inevitablemente la calidad del periodismo y de la programación", dijo su secretaria general.
No son los primeros recortes. Por ejemplo, en 2010 el Foreign Office, el ministerio de Exteriores británico (del que depende la financiación, a través ve un impuesto específico, del ente público), ya aprobó un recorte del 16% del presupuesto del Servicio Mundial de la BBC que se llevó por delante a una quinta parte de la plantilla. Este año, el World Service cuenta con 245 millones de libras de presupuesto (mucho menos que cualquiera de sus servicios televisivos). La crisis periodística no perdona a los grandes, aunque esa noticia probablemente no saldrá en el boletín de las cinco.