El dueño del diario estadounidense considera que fue un error vaticinar el final de las versiones impresas, aunque recuerda que su diario se nutre cada vez en mayor medida de sus suscriptores digitales. En un coloquio celebrado en la sede del IESE, Sulzberger dio su opinión sobre temas como las redes sociales, la transición digital, los agregadores de noticias o los desafíos a los que tendrá que hacer frente su empresa en los próximos años.
“The New York Times” es considerado la Biblia de los diarios, por lo que cualquier decisión que tomen sus responsables es analizada con lupa por las demás organizaciones de noticias. A pesar de que muchas veces sus iniciativas no han sido comprendidas por sus colegas (recordemos las críticas que recibieron cuando anunciaron el establecimiento de un muro de pago en su web), el tiempo ha demostrado que han de tenerse en cuenta. Es por ello que las últimas afirmaciones de Arthur Ochs Sulzberger Jr., propietario del diario, sobre su visión del panorama mediático en general y de su empresa en particular, cobran gran relevancia.
En el blog “No Hace Falta Papel”, Eduardo Suárez recoge algunos de los temas más importantes que trataron Sulzberger y el presidente ejecutivo Mark Thompson, que intervino en varias ocasiones en la charla para refrendar sus opiniones.
Para empezar, quiso dejar claro que, al contrario que otros medios en Europa, “The New York Times” no tiene ningún problema con Google. Es más, resaltó que incluso puede convertirse en un gran aliado a través del cual los usuarios accedan a sus contenidos. Thompson añadió que no es posible querer proteger la propiedad intelectual de las noticias que están disponibles en cualquier parte. Los agregadores de noticias son vistos como la primera puerta para acceder al sitio web de los futuros lectores y suscriptores del diario. Incluso “NYT” se está convirtiendo en un agregador que destaca contenidos realizados por otros medios.
Uno de los principales dilemas a los que se enfrentan muchos editores es el de tener que renunciar a la calidad en favor de contenidos ligeros que atraigan a más audiencia. En opinión de Sulzberger, un negocio no puede basarse en obtener ganancias inmediatas, convencido de que un periodismo de calidad acabará destacando entre miles de títulos, cada vez se pagará más por él y será rentable a largo plazo.
El tema de la rivalidad con otros medios también fue tratado. Si bien sus competidores tradicionales eran “The Wall Street Journal” y “The Washington Post”, con la globalización se han sumado otras compañías como la BBC o “The Guardian”. Por el momento, considera que no existe un medio digital que pueda competir con ellos. Desde “NYT” se jactan de no haber seguido el ejemplo de la familia Graham con “The Washington Post”, que tomó la decisión de poner en manos de un rico empresario como Jeff Bezos su diario. El “Times” continúa siendo fiel a sus principios, incluso apostando aún por el papel. Sulzberger reconoce que aunque hace una década vaticinó el fin de la edición impresa en cinco años, el papel no ha muerto todavía. Frente a los 800.000 suscriptores digitales sobreviven 820.000 que reciben un ejemplar en su domicilio cada día. “Vamos a producir diarios impresos tanto tiempo como la gente quiera”, es su discurso en la actualidad.
Además de ganar adeptos ofreciendo contenidos de calidad, para sumar nuevos suscriptores están potenciando la innovación con aplicaciones como “NYT Now” o aumentando su presencia en las redes sociales, desde las que llegan buena parte de los 65 millones de usuarios únicos mensuales.
Sulzberger también aprovechó este encuentro para justificar la llegada de Mark Thompson al diario tras su paso por la BBC. La importancia que conceden a los vídeos requería de la supervisión de un experto audiovisual que además tuviera capacidad para gestionar su expansión internacional, uno de sus retos más ambiciosos. Por el momento, ya cuentan con una edición digital en chino que el régimen bloquea, pero a la que la población consigue acceder. En cambio, la edición en portugués se ha suspendido y la española no está en sus planes por el momento. El inglés sigue siendo un idioma que la mayoría de sus lectores domina.