Los robots han tenido una importante presencia en las conferencias celebradas este mes en Vancouver. Edward Snowden pudo conceder una entrevista desde Rusia gracias a un robot de telepresencia y el humanoide EDI sorprendió a los asistentes con sus trucos de magia.
Los robots tomaron Vancouver. Los humanos tuvieron que compartir protagonismo en el TED 2014 con una tecnología que causó sensación entre los asistentes a las charlas.
El ex agente de espionaje de EE.UU Edward Snowden pudo participar virtualmente en una conferencia junto al inventor del World Wide Web, Tim Berners-Lee, gracias a su aparición en la pantalla de un robot de telepresencia. A través de él, no sólo habló sobre la vigilancia y libertad en Internet o el derecho a la privacidad de los datos, sino que pudo moverse literalmente por todo el recinto e interactuar con los asistentes.
El ex trabajador de la CIA y la NSA, que recibió en julio pasado asilo político en Rusia por el período de un año, controló el robot de forma remota y, tras dar la charla, no apagó la conexión y decidió recorrer el Centro de Convenciones de Vancouver para conversar con otros ponentes, resolver algunas dudas con su abogado y fotografiarse con los asistentes a las conferencias, con toda la autonomía con la que lo habría hecho de haber podido estar presente físicamente. El “selfie with Snowden” se convirtió en todo un fenómeno en la red.
Por su parte, el ciberilusionista o ilusionista tecnológico Marco Tempest regresó al escenario del TED con un nuevo ayudante, EDI. Tempest realiza trucos combinando tecnología, ciencia y psicología. A través de dispositivos electrónicos, es capaz de producir ilusiones sorprendentes. En esta ocasión vino acompañado de un robot Baxter cuyas siglas significan “Inteligencia Electrónica Engañosa”. Este humanoide invita a reflexionar sobre la diferencia entre la inteligencia artificial y la humana.
Con un sonar de 360 grados y dos brazos, torso y cabeza que imitan el cuerpo humano, esta nueva generación de robots ya es capaz de trabajar junto a otros empleados gracias a su capacidad de autoadaptación y un inusitado sentido común.
Tempest afirma que “nos intriga la posibilidad de crear una versión mecánica de nosotros mismos”. El robot perfecto sería indistinguible del ser humano y eso nos asusta. “Ya que no podemos leer los rasgos faciales de los robots, por ejemplo, no podemos anticipar sus acciones - pero eso va en ambos sentidos”. EDI está de acuerdo: “"Los seres humanos son impredecibles. ¡E irracionales! Yo, literalmente, no tengo ni idea de lo que ustedes van a hacer a continuación”, asegura el robot. En este punto, Tempest realizó junto a EDI un truco de magia.
En anteriores ediciones de TED ya se trató el tema de los robots inteligentes. Mientras que hay muchos alarmistas que consideran que los robots reemplazarán a las personas y eliminarán puestos de trabajo, la realidad es que pueden convertirse en nuestros mejores colaboradores y liberarnos de tareas mecánicas que nos restan tiempo para realizar otras labores. También podrían ser los compañeros ideales de las personas mayores.