Mientras sus ingresos apenas crecen en su mercado natural, suben con mayor rapidez en el resto de la región.
Desde hace ya un tiempo que a América Móvil no le están saliendo las cuentas del todo bien en su ¿todavía? inexpugnable mercado mexicano. Sus números muestran una importante desaceleración. Por ejemplo, los ingresos de la telco crecieron apenas 2,3% en el cuarto trimestre del ejercicio pasado. Asimismo, el balance deja otro dato no menos importante: los negocios de América Móvil marchan mucho mejor en la región que en México. Veamos.
La operadora declaró que sus ingresos en el cuarto trimestre de 2013 crecieron 2,3% en México, en relación al mismo lapso de 2012, mientras que en Argentina, Uruguay y Paraguay la facturación se incrementó 26,3%; Brasil, mercado en el que manda Telefónica, 10,9%; Colombia lo hizo 7,9%; Perú, 9,4%; Ecuador, 8,2%, y Chile 3,3%. Si bien este último país mostró un crecimiento alejado de sus vecinos, el registrado supera en un punto porcentual al obtenido por América Móvil en su territorio.
México, en rigor, viene perdiendo terreno en la masa global de ingresos de la compañía. Actualmente explica 27,7% de la base total de clientes móviles, mientras Brasil aporta 25,5% y Colombia 10,7%. En tanto, Estados Unidos y Centroamérica suman 8,5% cada mercado.
Donde ya no manda México es en el negocio de telefonía fija. Brasil, con 47,1% supera al mercado azteca, ya que este representa 32,3%. De hecho, mientras la operación en ese segmento creció en Brasil 14,3%, en México cayó 5,2%.
En el Cono Sur (Argentina, Paraguay y Uruguay) los ingresos móviles crecieron 25,9% y los de línea fija 30,1%. En Chile, los ingresos subieron 8,1%.
Para colmo, el actual presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, da la impresión de no temer el poder de Carlos Slim. El mandatario priista puso en marcha un plan de transformaciones del mercado de las telecomunicaciones a fin de impulsar la competencia, y recientemente se le cerró a la exprimera fortuna mundial la puerta del negocio de la televisión de pago al ser declarado agente económico preponderante.
Nadie es profeta en su tierra, ni siquiera Carlos Slim.