El pasado año 2013, quinto ejercicio de crisis en los medios españoles, ha sido otro año de desastre. Los tres primeros grupos, Prisa, Unidad Editorial y Vocento, han perdido 723 millones de euros entre los tres. Los dos primeros meses del año en curso, lejos de frenar la caída, la ha acentuado. Este 2014 no terminará sin que veamos el comienzo de una profunda reestructuración general de la información en nuestro país.
Los tres primeros grupos mencionados acumulan unas pérdidas de 1.557 millones de euros en los dos últimos ejercicios, una cifra colosal que no arregla ningún ERE. Las dos televisiones generalistas, Atres Media y Mediaset, aún en situación de duopolio, ven como retroceden sus ingresos el año pasado. La TV de pago de Prisa, Digital +, registra un colosal agujero. RTVE puede haber perdido unos 130 millones y acumula ya tinta roja por cerca de 400 millones. Todas las cadenas autonómicas son maquinas de destrucción masiva de dinero público. El Gobierno tiene que ejecutar la sentencia del Supremo y suprimir varios canales, pero no sabe cómo hacerlo en la actual situación. Y el trasfondo es un cambio de modelo en la forma de consumir TV en la sociedad digital.
Los editores patrios se han retrasado mucho en la transición digital, solo se esfuerzan en medidas defensivas, con recortes y más recortes. Y sus ofertas digitales suelen ser una mera traslación del modelo de papel. Están muy lejos de los baremos de los grandes grupos europeos, alguno de los cuales están cerca o han sobrepasado el 50% de ingresos digitales sobre ingresos totales.
Veamos en caso de Unidad Digital, que gracias al empuje del defenestrado Pedro J. Ramírez, está más adelantado que su competencia en dicha transición con su oferta en Orbyt. Su primer ejecutivo, Antonio Fernández Galiano, ha sacado pecho en la presentación de resultados destacando que la publicidad digital ya representa el 24% del total publicitario, pero calla ese dato sobre ingresos totales. Se lo digo yo: es el 9,5%. Ya tiene que correr para sobrepasar el 50% preceptivo para tener la cabeza fuera del agua. ¿Lo conseguirá con los 1.356 trabajadores actuales en plantilla, 844 menos que hace cinco años? Ahora plantea una nueva reducción de la masa salarial de "El Mundo" del 10%. Sus ingresos publicitarios eran de 281 millones en 2007 y el año pasado se quedaron en 147. La difusión de sus publicaciones se ha reducido en torno al 30%. Está claro que tiene que vender, cerrar, fusionar, lo que sea, pero con carácter urgente.
Si enero y febrero han sido una pesadilla, con nuevos retrocesos de dos dígitos en los diarios nacionales. Si la prensa regional más importante cae sin final: "La Vanguardia" cerró el año pasado con 46.000 ejemplares, 20% menos que un año antes; "El Periódico" termina con 61.000 ejemplares, el 13,3% menos, según la OJD y "El Correo" se queda en 72.000, con retroceso del 7,8%. Entonces no estamos ante una crisis, sino que el "iceberg" ha rasgado la cubierta del "Titanic" aunque la orquesta siga tocando.