En su lista de las tendencias tecnológicas que cambiarán nuestras vidas en los próximos cinco años, IBM incluye la transformación digital del comercio minorista tradicional. Las tiendas offline ofrecerán a sus clientes una experiencia más personalizada gracias a la incorporación de nuevas tecnologías. La tienda Sport Chek de Canadá ya se ha convertido en la experiencia retail digitalmente más avanzada del mundo.
Entre las cinco tendencias tecnológicas que marcarán el futuro próximo, IBM señalaba una referente al retail: el comercio entra en la era omnicanal, cuyo objetivo es la creación de una experiencia de compra unificada y exclusiva para el consumidor, independientemente del canal utilizado. Para ello, las tiendas offline, aseguraba, deberán incorporar la tecnología a su alcance para ofrecer lo mejor de una compra real y una virtual. Un modelo mixto que combine la inmediatez de las compras físicas y la inteligencia de las online.
Tras la publicación de un informe del Censo de EE.UU. que señalaba que el e-commerce representa menos del 6% del total de las ventas al por menor y con los avances en realidad aumentada o geolocalización móvil, parece que el futuro del comercio pasa por la digitalización de las tiendas físicas, que serán, si adoptan estos avances, más populares que las virtuales.
IBM asegura que el súper ordenador Watson se convertirá en asistente personal de compras. Las tiendas tendrán tecnología inteligente similar que les permitirá ofrecer información instantánea de los productos, datos de fidelización de clientes, historial de ventas, comentarios de usuarios, blogs y revistas…
IBM Research está estudiando un prototipo de software llamado “Estilista Virtual” que usa los datos para ayudar a los minoristas a predecir con mayor precisión los productos que a un cliente le van a gustar, basándose en sus preferencias y el contenido de su armario. Hasta ahora las recomendaciones online se realizaban en base a lo que otros compraban. El reto de las tiendas físicas es analizar lo que ya compró el cliente o por lo que mostró interés y, cuando entre en la tienda en busca de un producto concreto, poder enviar a su smartphone el catálogo de la tienda. Después, el usuario manda una petición al vendedor, que le ofrecerá los modelos que se ajusten a lo que busca, escoja y se lo lleve a casa en el mismo día.
Los comercios futuristas, lejos de ser una utopía, ya existen en la vida real. Sport Chek, el mayor minorista de deportes en Canadá, se autodefine como “la experiencia retail más digitalmente avanzada y personalizada del mundo”. En sus casi 7.500 m² conviven los productos con las últimas tecnologías para ofrecer a los clientes una experiencia de compra más inmersiva, interactiva y personalizada que la compra online, informa “Gizmag”.
Desde la empresa aseguran que su idea de tienda se ha tomado de los estadios y se trata de recrear un ambiente deportivo en un entorno envolvente. Su especial diseño, una entrada que se parece al túnel de salida a un campo y sus 800 pantallas con 220 canales que muestran imágenes de productos y ofertas, además de escenas deportivas, ayudan a la inmersión.
Sus responsables quieren ofrecer una experiencia más personalizada y que los clientes sientan que forman parte de una comunidad. A través de un mapa interactivo, el consumidor puede orientarse y encontrar la sección que busca. Una vez allí, verá cajas de presentación de productos, que muestran los objetos como en un escaparate con toda la información que necesita.
Pero si hay algo realmente llamativo es la posibilidad que ofrecen de probar los productos a través de recreaciones. Varios simuladores permiten a los clientes ensayar con palos de golf, bicicletas o incluso equipos de escalada. Una cinta para correr, equipada con cámaras, posibilita analizar qué calzado es el que mejor se adapta a cada corredor.
Los empleados usan tabletas para interactuar con la clientela. A través de una pantalla, el cliente puede personalizar una camiseta, enviar el diseño al personal y tenerla lista en poco tiempo. Además podrán informar a los consumidores sobre clubes locales, dónde se ofertan clases de yoga o se encuentran las pistas de atletismo más cercanas. Los usuarios pueden incluso inscribirse para participar en los eventos deportivos de la comunidad en la misma tienda. En definitiva, se trata de ofrecerles una experiencia completa, proporcionándoles todo lo que necesitan para sacar el máximo partido al acto de compra.