Habiendo entrado ya en la segunda quincena de diciembre, es tiempo de de analizara algunas cuestiones que nos sean reveladoras de los cambios que veremos próximamente en el Management y la economía mundial.
Issie Lapowsky es una brillante periodista de negocios estadounidense (New York Daily News, BlackBook magazine, The Broolyn Rail, entre otros) que nos da ciertas pistas de interés de lo que ocurre en el “gran subcontinente asiático”.
Issie Lapowsky dice que India ha sido sinónimo de las TIC’s durante la última década, aunque no necesariamente con la misma intensidad ha sido una “fuente creadora” de nuevas empresas.
Es lo que llama “hervidero de prometedoras start-ups”. No está para nada errada su apreciación, incluso si la aplicásemos a nuestro entorno europeo. Porque lo importante es que la clase dirigente de los países sepa interpretar las nuevas tendencias.
Esto que es una verdad de perogrullo, no lo es tanto cuando se trata de un gigante económico, una de los reyes de las nuevas economías emergentes. Término éste, que ya hemos criticado en alguna ocasión, porque llamar a India y a China “emergentes” no hace honor a su realidad.
El ejemplo de iSpirt
Issie Lapowsky cree que una nueva organización del comercio indio quiere cambiar eso y presenta a su entrevistado, Sharad Sharma, que es un empresario destacado y “angel investor” que “se apunta al cambio”.
Es uno de los fundadores de iSpirt (Indian Software Product Industry Round Table), algo así como una Conferencia Permanente que pretende promover el espíritu empresarial y emprendedor de este gran país. Una CEOE de emprendedores, que sin duda será inmensa.
Fundada en febrero de este año por un consorcio de 30 empresas de informática dela India, tiene entre sus objetivos promover a las empresas hasta los mercados mundiales, donde no han sido tenidas en cuenta hasta la fecha.
La pregunta que debe servirnos de inspiración en la UE, en particular en España, es la que Sharad Sharma se formula: “¿Cuál es la situación que hace que iniciar una actividad emprendedora en la India sea tan complicado?”. Y responde afirmando que el problema no es la falta de talentos tecnológicos, sino todo lo contrario. Existe este talento, pero no cuentan con los recursos necesarios para emprender la acción empresarial. Mejor dicho: a veces pueden iniciar una actividad, pero no disponiendo de la financiación adecuada, lo cual no puede traducirse en una producción a escala para competir en los mercados mundiales.
En la Indiael dinero público se utiliza en la construcción de carreteras y asistencia sanitaria. No está previsto para emprendimientos. No les suena familiar: el destino de los cada vez más flacos presupuestos europeos que necesitarían, justamente en una época de crisis como la actual, de más flexibilidad y generosidad, evitando efectuar recortes en ámbitos de la economía que traen aparejadas inmediatas restricciones de determinadas prestaciones sociales y obviamente, una contestación ciudadana de rechazo. Por eso surge en la antigüedad la palabra POLÍTICA, o sea, aquellas acciones que pretenden corregir o implementar cursos de acción en beneficio de la ciudadanía. Lamentablemente esto no sucede así en los hechos.
En el caso de India, esta “mesa de negociaciones” prevé, aunando recursos, iniciar un espacio de reflexión en el que se rompen las barreras que tradicionalmente se han interpuesto en el camino de las empresas informáticas dela India.
Un triple objetivo:
1º) Fortalecer la economía india apoyando las economías de escala.
2º) Apoyar una mejora en el Management de las start-ups indias.
3º) Facilitar el desarrollo de NT‘s que ayuden a resolver los problemas sociales y políticos endémicos.
Afirma Sharma:"Si queremos cambiar la India, entonces la tecnología puede ser un punto de apalancamiento”, ya que iSpirt puede fortalecer las empresas que ayuden a resolver los graves problemas, como la reducción de la tasa de mortalidad materna, por ejemplo con la tecnología móvil de salud para maternidad.
Sharma cree que la tecnología en general puede realmente resolver los problemas sociales, pero ello necesita apoyarse y promocionarse. Y aquí es dónde entra la política (recordemos el caso, por ejemplo, de la recientemente promulgada Ley de Emprendedores en España, que no parece que vaya en la dirección de lo que en India se está haciendo).
La estrategia que se va a seguir
Se están programando una serie de puntos de encuentro, el primero de los cuales tuvo lugar este mismo mes en la ciudad de Pune, en el cual unos 125 emprendedores se reunieron en grupos de15, afin de aprender qué es lo que hay que hacer para que la empresa tenga capacidad competitiva para vender al exterior.
El problema es que son muy pocas las personas y empresarios enla Indiaque cuenten con alguna experiencia de este tipo.
Como parte de un programa de intercambio, iSpirt ha establecido un acuerdo (partnership) con el Banco Signal Hill de Silicon Valley, dándole información de una serie de compañías indias que están en condiciones de ser adquiridas o con las cuales se pueden establecer alianzas estratégicas. También el programa ha establecido un acuerdo con la universidad de Stanford con la finalidad de realizar un estudio sobre la tasa de éxito y mortalidad de las empresas de software indias.
Sharma dice que hasta ahora se manejan con estimaciones y más por la intuición, cuando lo que necesitan son datos y cifras de verdad.
Pero quizás la mejor de las perlas que nos deja Sharma, que nos induce a la reflexión de lo que nos sucede en España con la “trampa burocrática autonómica” es cuando afirma:
“Si logramos hacer que la India transite libre de burocracia y la opacidad de normas que frenan a los inversores internacionales, quitaremos las barreras para que se entiendan vendedores y compradores. No podemos cambiar las leyes, pero sí estar al lado de los emprendedores que quieren hacer cosas”.
Clayton M. Christensen, autor de El Dilema de los Innovadores, y profesor de la Escuelade Negocios de Harvard, propone al empresario no luchar con la fuerza bruta, sino con la inteligencia.
Esta idea es increíblemente útil en el caso de las start-ups, donde la táctica de competitividad debe ir hacia el convencimiento del contrincante (normalmente una gran empresa) para que piense que le resulta más rentable no competir concretamente contra la start-up. La clave: actuar en nichos de mercado especializados, a los que aún no han llegado las empresas de gran tamaño, debido a los costes que ello les supondría.
En realidad, los nichos aparecen y desaparecen en el mundo empresarial, tanto o más que en la vida misma. De hecho, el gigante (la gran empresa) “huye” del ring (el mercado) porque porque en su momento decidió liberar algunos recursos para trabajar mejor y con más intensidad. Son esos recursos los que aprovechan en gran medida las start-ups, que están constantemente a la búsqueda de oportunidades de negocio.
Pero la teoría choca con una realidad, tal como dice Sharad Sharma: el escollo burocrático. La burocracia puede suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso de la política empresarial de un país. España, como muchos países occidentales, es un ejemplo de ello. Los modelos administrativos paralelos suponen una batería de obstáculos permanente a cualquier emprendedor con una idea de negocio que requiere cierta celeridad en su implementación y que, por tanto, no puede depender de trámites tediosos y excesivos que no conducen a nada.
Quizá queda por añadir a este respecto que la burocracia, querámoslo o no, es una señal inequívoca de la madurez socioeconómica de un país: a mayor burocracia, menor capacidad de autosoportar un modelo de funcionamiento administrativo saludable, libre de ataduras gubernamentales e ideológicas, pues tanto empresas como ciudadanos (trabajadores) no son tan capaces de asumir un rol de desarrollo más allá de sus propios intereses particulares, olvidando la prosperidad de sus conciudadanos y para las generaciones futuras.
Ello nos lleva a comparar algunos países con otros y el dato del nivel burocrático es aplastante a favor de aquellas naciones que tienen una apertura natural hacia el autocontrol social y económico (que es en definitiva un control ético y moral), en detrimento de los que esperan en todo momento el apadrinamiento del Estado.
Así que, visto lo visto ¿qué países creen que precisan mayor libertad comercial? Cuanto más tarde se decidan los respectivos gobiernos de países como India o España, por ejemplo, en liberar su carga administrativa, más les costará subirse al tren de la nueva economía.
José Luis Zunni es Director Edición Online ECOFIN. Miembro dela Junta Directivade Governance2014. Coordinador académico dela Rede Latam. Conferenciante. Ponente de Seminarios de Liderazgo y Management dela EENy coordinador del FORO DE MANAGEMENT Y NUEVA ECONOMÍA DELA EEN. Analistade la realidad actual y especialmente en los aspectos económicos, políticos y sociales, Experto en Management y formador de directivos y profesionales en las técnicas de liderazgo.
Eduardo Rebollada Casado es miembro dela Junta Directivade Governance2014. Autor y conferenciante. Consultor y analista de la realidad social, política y económica. Co-autor con José Luis Zunni de más de 100 artículos de Management y liderazgo.