El periódico dirigido por Pedro J. Ramírez ha finalmente levantado el muro de pago para su web, estrenando un modelo que pretende poner en marcha una transición digital que se vislumbra tan complicada como audaz. Esta semana El Mundo ha comenzado a cobrar por sus contenidos en Internet con una suscripción que varía entre los 4,99 euros al mes del acceso básico a los 9,99 euros del premium.
La web de El Mundo permitirá a los usuarios leer de forma gratuita hasta 25 noticias al mes y se podrá visitar la portada y las secciones, que siguen abiertas. Una vez superados los 25 artículos, El Mundo pedirá una suscripción y plantea varias opciones, todas ellas de pago: El acceso a la suscripción básica tendrá un coste de 4,99 euros al mes que incluirá el acceso a la web y la participación en sorteos y promociones exclusivas. La segunda opción es una suscripción por 9,99 euros al mes a Orbyt, la plataforma de contenidos de pago con acceso a todos los contenidos de la web y el uso de todas las aplicaciones móviles del diario. La opción más completa tendrá un coste de 14,99 euros al mes para acceder a todas las ventajas del suscriptor Premium y permitirá recibir la edición impresa en su casa los sábados y domingos. Para esta fase transitoria, todos los paquetes de suscripción digital tienen una oferta de lanzamiento para los tres primeros meses de 0,99 euros.
Pero, ¿por qué pagar para las noticias? Ésta es la cuestión que se plantearán los internautas y que alimentan las dudas que planean sobre el nuevo reto. Pedro J. Ramírez argumenta que la información y el trabajo de los periodistas tienen valor y que eso significa que hay que pagarla. El objetivo principal es elevar las cifras de suscriptores digitales del diario. “Con 200.000 suscriptores vamos en canoa”, ha explicado el director del periódico, cuyo objetivo es llegar a “100.000 en los próximos meses". Hasta ahora la anterior apuesta de pago en Internet de El Mundo no había tenido mucho éxito: Orbyt, su plataforma de contenidos vinculados al papel fue lanzada en 2010 y en tres años tan sólo ha conseguido llegar hasta los 85.000 suscriptores, aunque se no todos son realmente de pago.
Crítica a los otros periódicos
Pero a pesar del escaso resultado de Orbyt, de las continuas pérdidas de Unidad Editorial y de las incógnitas que amenazan todo el sector, El Mundo ha decidido dar el gran salto adelante. “El desarrollo digital va a ser nuestra gran prioridad. El futuro será digital o no será”, ha sentenciado Pedro J. Ante la evidente crisis de los periódicos clásicos, el histriónico director está convencido de que el digital es el único rumbo posible hacia la salvación del sector.
Además ha criticado a los directos competidores de El Mundo, como ABC y El País: "Es inconcebible que haya grandes grupos españoles que no estén haciendo ya lo mismo. A ver si los demás también se espabilan. Se trata de encontrar un camino para el conjunto del sector y que empiece ya esa edad de oro”. En efecto El País ha tanteado en los últimos meses el escenario para plantearse la instalación del muro de pago, pero por el momento ha retrasado su puesta en marcha y ha dejado que El Mundo tome la iniciativa en solitario. Para El País sigue pesando el batacazo que le supuso el levantamiento de un muro de pago en 2002 que le restó muchos lectores. Un fracaso a destiempo que le obligo rectificar y que durante algunos años condicionó a la baja las visitas a su web.
El cambio de El Mundo tiene riesgos pero también potencialidad, y es pionero en España en esta delicada fase de transición digital. En un país tan peculiar en el que se critica a quien intenta innovar, cabe destacar el atrevimiento. Habrá que ver si la valentía de esta carrera que empieza en solitario tiene premio. La respuesta está en las manos de los lectores, que ahora como nunca pueden ser los verdaderos dueños del periódico.