Euclid, Nomi, Nordstrom, Footpath, RetailNext… Todas estas compañías han diseñado una tecnología de geolocalización que permite a los propietarios de tiendas físicas conocer datos sobre los clientes que visitan su local. Los defensores de la privacidad en EE.UU. ya han elaborado junto a las empresas unas pautas para proteger la privacidad del consumidor.
El rastreo de los movimientos que realizan los consumidores ya no es exclusivo de los medios online. Las técnicas de seguimiento se han incorporado al mundo real para que los minoristas de tiendas físicas también puedan conocer mejor a su clientela.
En estos momentos, un buen número de empresas están utilizando métricas online como método de recopilación de datos sobre los consumidores que acuden a los locales. De esta forma, el comerciante podrá saber cuántas personas visitan su tienda, con qué frecuencia lo hacen o hasta en qué sección pasan más tiempo, y tomar decisiones en consecuencia.
Una de las compañías pioneras en este sector es Euclid, que ha sido calificada por su CEO, Will Smith, como “el Google Analytics para el mundo físico”, ya que en ella trabaja uno de sus creadores, Scott Crosby. Esta empresa coloca unos sensores por toda la tienda para recopilar diversos datos de los clientes y que el propietario pueda con ellos optimizar el rendimiento de su marketing. Por ejemplo, Euclides permite conocer el porcentaje de personas que abandonan la tienda sin comprar, lo que puede responder a no haber sido correctamente atendidas a causa de contar con personal insuficiente. Conociendo estos datos, el empresario puede reaccionar rápidamente.
El rastreo es posible gracias a que los sensores detectan los dispositivos móviles de los consumidores que tengan el Wi-Fi activado. Antes de que esta tecnología se incorporara a los locales, la única vía para obtener algún dato de los clientes se limitaba al examen de sus compras con tarjeta de crédito. Pero había informaciones que se escapaban, como el tiempo que dura una visita o las veces que un mismo cliente ha entrado en la tienda antes de comprar.
Otro sistema, el de Footpath, ha sido instalado en centros comerciales y, además de ofrecer datos a las tiendas sobre sus consumidores, también facilitan los registros a los dueños de esas grandes superficies que pueden servirles para tomar decisiones como subir el precio de sus alquileres a tenor de la demanda.
Este tipo de rastreos ya han puesto en alerta a los consumidores, que temen que esté en peligro su privacidad. Aunque Euclid ha rechazado las peticiones de los minoristas para tratar de conectar un identificador del teléfono con la verdadera identidad del comprador, por lo que codifica los ID de los dispositivos para que sean anónimos, los defensores de la privacidad en EE.UU. se han apresurado a elaborar un código junto a nueve empresas para velar por los derechos del cliente ante las prácticas abusivas que pudieran llevarse a cabo.
El senador Schumer acaba de anunciar un acuerdo con las compañías para hacer un uso responsable de los datos obtenidos a través de esta tecnología. El código impone la colocación de carteles bien visibles en las tiendas que alerten a los consumidores de que dentro se realizará un seguimiento de sus movimientos si cuentan con un teléfono móvil que lo permita. Además, todos los agentes están de acuerdo en limitar la cantidad de información que se utiliza y comparte y el tiempo que se conserva, informa “Adweek”.