Varios agentes de la industria editorial intentaron profetizar acerca de cómo creen que evolucionará el mercado del libro, tanto impreso como digital y cuáles son las próximas acciones que tendrán que llevar a cabo las editoriales si no quieren quedarse atrás en la carrera por la digitalización.
La digitalización es necesaria, pero convivirá con el papel. Ésta es la conclusión a la que llegaron los ponentes de una conferencia que giró en torno al futuro del libro. Las editoriales tendrán que trabajar en ambos formatos, pero también ser conscientes de los errores que se han cometido y potenciar los aciertos.
Patxi Beascoa, director comercial y de marketing de Random House Mondadori, considera que el porcentaje digital-papel será 50%-50%. Reconoció que aún queda mucho por hacer en el terreno de la digitalización, a pesar de que Amazon ya cuente con 75.000 títulos en castellano. Además, recuerda que el crecimiento del mercado del eBook no es del todo real, ya que en gran medida ha sido por prueba y un viaje de ida y vuelta.
Una de las razones por las que se ha fracasado en esta transición en España es por su política de precios. “Aunque se ha hecho un esfuerzo por bajarlos, nos hemos quedado con la etiqueta de que son caros, como le ocurrió a El Corte Inglés”. “Hemos llegado a vender bestsellers por 29 euros, hoy nos tirarían piedras”, sentencia, en un ejercicio de autocrítica.
Patxi considera que el victimismo no lleva a ninguna parte. No hay que preocuparse por la situación, simplemente ocuparse, acercarse al público, centrarse en la promoción, poner de moda de alguna forma la lectura digital en un momento en el que se lee más que nunca y hacer pedagogía con los jóvenes para que muestren interés por ella y no descarguen de forma ilegal.
Diego Moreno, responsable de la editorial Nórdica, pionera en la venta de libros en formato app, reconoció que para él es fundamental mimar mucho la edición digital. En estos momentos no se están vendiendo libros, sino otra cosa y eso fomenta la piratería. También cree que el libro en papel va a sobrevivir, pero no así el de bolsillo, cuyos lectores se están pasando al libro electrónico a causa de la baja calidad de los materiales con los que está siendo confeccionado.
El objetivo de la industria tiene que ser el de crear eBooks pensados para ese soporte, ofreciendo al lector una experiencia diferente a la del papel. Los libros electrónicos tienen un gran potencial, el problema, como bien han destacado muchos expertos en Barbastro, es que los contenidos no van al mismo ritmo que la tecnología y no se está sacando el máximo partido a los dispositivos. “En dos años no ha cambiado nada el contenido y en cambio en la tecnología ha habido múltiples mejoras”.
Diego acabó lanzando una crítica a las editoriales, tan reacias a arriesgarse a dar la vuelta a su negocio. No todo debe reducirse a las ventas, el primer año es muy posible que haya pérdidas, pero es una inversión a largo plazo. En este sentido, la fuerte competencia de Amazon ha sido positiva, ya que obligó al sector a empezar a trabajar en serio. Aunque aún hay agentes que parece que no quieren que triunfe el eBook, sujeto a un 21% de IVA frente al 4% del impreso.
Manuel Vilas quiso dar su visión como escritor. Él es partidario del libro electrónico por las posibilidades que ofrece y cree que lo importante es que la literatura siempre sobrevivirá a la aparición de nuevos soportes. En cuanto a los contras del eBook, está el que la gente almacene gran cantidad de libros en su dispositivo sin leerlos y la pérdida de la materialidad y la estética.
Por último, los ponentes hablaron de las iniciativas que están llevando a cabo, subidos ya completamente al tren digital. Manuel ha transformado su perfil de Facebook en un género literario. Sus conversaciones con Dios o Satanás y los comentarios de sus lectores han sido recogidos en un libro que verá la luz en papel y probablemente en digital. Jordi Pérez es periodista y bloguero y su último trabajo ha sido un eBook de 12.000 palabras. Éste fue financiado a través de crowdfunding por seguidores de su blog que querían que viajara a determinados países para contar cómo era su situación actual.