Medios de Comunicación

(3) “Hacer visible una obra es el reto de todos los eslabones de la cadena editorial”

Primer Congreso Nacional del Libro Electrónico en Barbastro (Huesca)

Miriam Garcimartin | Martes 02 de septiembre de 2014

El libro electrónico ha provocado un cambio en la cadena de valor para el sector editorial. Juan Manuel Cruz, presidente de CEGAL, Miguel Aguilar, editor de “Debate” y Neus Arqués, analista digital intentan explicar cómo ha afectado al autor, el librero y el editor esta transformación.



El mercado tradicional editorial se ha transformado con la aparición del eBook. El libro electrónico ha modificado la manera de trabajar e implicado a nuevos agentes en la producción de este producto.

Neus Arqués, analista digital y escritora, reconoce que para los autores se abre un amplio abanico de oportunidades, pero también de grandes desafíos. “Hoy el reto no es publicar, sino que te lean. Amazon tiene 75.000 títulos en castellano, una vida entera no daría para leerlos”. Por lo tanto, el mayor problema al que se enfrentan todos los eslabones de la cadena editorial es la necesidad y dificultad de hacerse visibles.

Juan Manuel Cruz, presidente de CEGAL, asegura que las librerías afrontan esta situación con vértigo, aunque el reto también es emocionante. Es necesario adaptarse a nuevas formas de trabajo posibilitadas por la tecnología, pero también saber complementarlas con las tradicionales. En España, el negocio digital no representa más del 3% del volumen de la industria editorial, por lo que se puede decir que aún vivimos fundamentalmente del papel.

Miguel Aguilar, editor, piensa que tampoco han cambiado tanto las funciones de los profesionales tras la irrupción del eBook. El editor sigue ejerciendo de filtro que busca historias que merezcan ser publicadas y sólo han aumentado las herramientas para identificarlas con los blogs, redes sociales y la autoedición. También continúa siendo el altavoz que hace llegar a los lectores las obras, lectores que ahora pueden estar en cualquier parte del mundo.

Juan Manuel mostró su indignación ante lo que él considera competencia desleal de gigantes como Amazon y otros grandes operadores que tributan un 3% en Luxemburgo y no dejan ni un céntimo en España. Esto supone que las empresas españolas no puedan ofrecer los mismos servicios que estas compañías que tienen la hegemonía en las ventas. Las autoridades, además de no velar por los derechos de la industria editorial, están ahogándola con la subida del IVA y la reducción de las ayudas del Ministerio de Cultura de hasta un 60%. Y todo ello a pesar de que el sector editorial es de los más dinámicos y el que más factura de las empresas culturales en España.

Neus considera que desde que Amazon se apropió del nombre “librería” ganó mucho y ahora son las librerías las que quieren ir al terreno de Amazon, algo con lo que Juan Manuel no estaba de acuerdo, ya que considera que el gigante del comercio electrónico pretende devorarlo todo y las librerías no quieren parecerse en absoluto a él. Además, no se pueden permitir pérdidas de millones de dólares durante años ni tienen detrás un accionariado que se lo permita.

En lo que sí coincidieron los tres ponentes es en que sigue siendo fundamental el papel del editor. Miguel considera que, aunque la autoedición se ha generalizado, un editor puede aportar muchas más cosas para enriquecer y mejorar un trabajo. Neus matiza que el mejor amigo del autor es un “buen” editor, pero no todos son capaces de entender lo que necesita una obra. Para Juan Manuel, que alguien se ocupe y preocupe por un texto es importantísimo. Además, el lector necesita encontrar veracidad en una obra y ésta es aportada por el editor.

Entonces, ¿qué se puede hacer para que la cadena del libro sea rentable para todos? Para Miguel, aún es pronto para realizar un análisis serio cuando estamos atravesando por una crisis del consumo desde hace cuatro años. Juan Manuel considera que hay que reanalizar y estudiar en profundidad los problemas de la industria, aunque está convencido de que provienen en un 95% de la crisis económica y no de la aparición del libro digital. En esa reestructuración será necesario tener en cuenta que han aparecido nuevos agentes como las compañías que prestan el servicio de la conexión a Internet o los fabricantes de dispositivos, a los que también habría que exigir una bajada de precios.

Los ponentes quisieron resaltar también la importancia de la cesión de datos que está realizando el lector en Internet, tema que debe ser analizado en profundidad. Neus reconoció que “ha aparecido una nueva moneda. Nosotros ahora lo que estamos cediendo, precisamente porque hay tanta oferta, es nuestra capacidad de atención, y para eso, las editoriales necesitan nuestros datos”. Y añadió que “estoy convencida de que somos lo que leemos, por lo tanto quién decide lo que leemos y qué se sabe de lo que leemos me parece un derecho fundamental”, concluye.