Mucho se habla y más se escribe de los conflictos de Ejecutivo presidido por Cristina Fernández con las empresas de medios que no forman parte de llamada prensa K, pero es en la Red donde se originan los peores dolores de cabeza del Gobierno.
Lo que la publicidad evita, las redes sociales potencia. Esta parece ser la lección más desconcertante aprendida por el kirchnerismo en los últimos tiempos. Centrado el Gobierno en distribuir la publicidad oficial según criterios de afinidad política, y con ello mantener en el mercado medios afines que de otra manera no tendrían ninguna posibilidad, hoy está sufriendo con las críticas – muy crueles, en algunos casos - que le llegan desdela Red.
Lo peor es que son los mismísimos miembros del Gobierno los que les dan motivos de sobra a los usuarios de las redes sociales para mofarse de ellos. El Cronista Comercial hace un repaso de las mejores metidas de pata. Veamos.
Twitterman, quien no es otro que el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, fue el miembro del Gobierno más activo en la red de los 140 caracteres, hasta que en marzo de 2012 cerró su cuenta no sin antes protagonizar peleas, con insultos añadidos, vergonzosas.
El caso del alcalde de la ciudad deLa Plata(capital de la provincia de Buenos Aires) puede inscribirse entre las metidas de pata más memorables. En abril, la ciudad se vio arrasada por unas terribles inundaciones. Mientras sus calles se iban cubriendo de agua, el jefe comunal, Pablo Bruera, publicó en Twitter: “Desde ayer a la noche recorriendo los centros de evacuados”, junto con una foto donde se lo veía cargando bidones de agua en un colegio. Todo muy elogioso salvo por un detalle: el alcalde se encontraba de vacaciones en las playas de Brasil.
Uno de los episodios más comentados sucedió en plena campaña electoral (por las pasadas primarias) y a solo dos semanas de las elecciones se difundió un vídeo donde el candidato kirchnerista Juan Cabandié, y uno de los miembros con más poder dentro deLa Cámpora, organización liderada por el hijo presidencial, increpaba a una agente de tránsito de 22 años que intentaba multarlo. Enojado, Cabandié le dijo que él era guapo porque se había “bancado a la dictadura” y era hijo de desaparecidos. Además, cuenta El Cronista, llamó a “Martín” (Insaurralde, alcalde de la ciudad bonaerense de Lomas de Zamora) para que le aplicara un “correctivo” a la mujer. La agente fue despedida y el escándalo ocupó las portadas de los principales periódicos, además de ser trending topic en Twitter durante varios días. Incluso se creó el sitio micorrectivo.com.
La excepción a la regla es la presidenta, Cristina Fernández. Usuaria habitual de Twitter sabe cómo sacarle provecho a la red social. Cercana en el trato y con mensajes muy coloquiales, ella cerraría este reportaje con una de sus frases predilectas: “very grosso”.